Susan Boyle cantará para el Papa durante su visita al Reino Unido

Desde su aparición en «Britian’s Got Talent» en abril del año pasado, la vida es sueño para Boyle. El contraste entre la potencia de su voz y su aspecto entre sencillo y extravagante, generó un fenómeno global. En nueve días sus vídeos se habían visto más de 100 millones de veces y su primer álbum se situó rápidamente entre los más vendidos del mundo.

Orgullo escocés

La fama tuvo su precio: un ingreso en un psiquiátrico tras finalizar en segundo lugar. Pero hoy Boyle, que hasta principios del año pasado estaba desempleada, se codea con los grandes. La gestión para que participara en la bienvenida al Papa, la hizo el Cardenal Keith O´Brien, presidente de la Conferencia Episcopal Escocesa. El cardenal parecía tan «encantado» como Boyle con el anuncio. «Creo que es maravilloso que tenga esta oportunidad, que es algo que ocurre una vez en la vida. Como su obispo, me siento enormemente orgulloso de ella», dijo.

En sus declaraciones, Susan Boyle dejó clara su fe católica. «La visita del Papa es un gran acontecimiento para los católicos escoceses. Mi fe es la columna vertebral de mi vida. Yo rezo el Rosario todos los días y me siento muy cercana a mi religión», explicó Boyle. La cantante trabajó como voluntaria en una iglesia de su pueblo y explicó que su familia entera participará de la llegada del Papa. «Será un día muy especial para ellos y espero que se sientan muy orgullosos de mí», señaló. La cantante aclaró que en su familia había un gran hueco, el que dejó su fallecida madre Bridget, a quien cuidó hasta sus últimos días. «Sé que no estará allí físicamente, pero ella estuvo en Bellahouston Park en 1982 (…durante la visita del Papa Juan Pablo II…) y sé que estará espiritualmente con nosotros».

Además de «I dream a dream», la cantante interpretará el himno religioso «How Great Thou Art» y una canción de despedida para el Pontífice antes de que vuelva a Londres para continuar con su visita de cuatro días al Reino Unido. El viaje de Benedicto XVI al Reino Unido será la primer visita oficial de un Papa, ya que la que realizó Juan Pablo II tuvo carácter pastoral.

Durante la visita, el Pontífice será recibido en el Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo, Escocia, por la reina Isabel, máxima representante de la Iglesia Anglicana.