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El Gobierno da por zanjada con Rabat la crisis, que negaba, en plena visita de Aznar

Interior obvia las cinco notas marroquíes de insultos a sus agentes y celebra «la calidad» de la cooperación con el país vecino

CRUZ MORCILLO

La «inexistente» crisis de Melilla para el Gobierno de Zapatero, negada durante dos semanas, quedó zanjada ayer en dos escenarios: Rabat y la tierra de nadie, entre la frontera española y la marroquí. La «resolución» del conflicto coincidió, en desconcertante carambola, con la visita sorpresa ... del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, a la Ciudad Autónoma. En unas horas, los activistas marroquíes pusieron fin al anunciado bloqueo de tres días —que no duró ni tres horas— y retiraron las pancartas y carteles de la zona neutral; el presidente de FAES viajó, saludó y apoyó a los melillenses, y el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Velázquez, sin previo aviso, se reunió con los responsables policiales de Marruecos en una «exitosa» cita.

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