Un fallo acertado
Elías Aguirre y Álvaro Esteban logran con «Entomo» el primer premio del Certamen Internacional de Coreografía Burgos-Nueva York
ROSA SANZ HERMIDA
Tercera noche en el Teatro Principal de Burgos: la gran final de la competición de Danza Moderna y Contemporánea, y la entrega de premios de todas las modalidades a concurso. La gala se inicia con la coreo triunfadora en «Hip Hop», a cargo de «D' ... Block on the Stage Company» (finalista también en años anteriores: primer premio en 2009 y segundo en 2008). A continuación, la conductora de la gala, la actriz y periodista Nieves Mateo, da la bienvenida, y tras hacer una breve síntesis de esta novena edición del Certamen y agradecer la presencia y complicidad de los espectadores a lo largo del concurso, da paso a la exhibición de los cinco trabajos finalistas.
Tras un breve intermedio y el estreno de «Ellas», de Corneliu Ganea, a cargo del Ballet Contemporáneo de Burgos, la presentadora cede la palabra al secretario del jurado, Ignacio Javier de Miguel, que por fin desvela el nombre de los galardonados: Elías Aguirre y Álvaro Esteban se alzan con «Entomo» con el primer premio; Zsolt Hatvani y Matteo Marflogia —«Just a breath»— con el segundo, y la pareja de Alexis Fernández y Caterina Varela («Ven») con el tercero. Asimismo, los solos «Parámetros», de Mercedes Pedroche, y «Limits», de Manuel Rodríguez consiguen ex-aequo el «RCH» al mejor intérprete. Finalmente, la Compañía «Bocasdanza» obtiene el premio en la modalidad de «Danza vertical», y Rafael Vázquez en la de «Graffitti».
Un resultado ecuánime que ha sabido valorar, en mi opinión, las aportaciones de estos trabajos: la creatividad de «Entomo», que recuerda al Bosco en su técnica hiperrealista —pincelada minuciosa, brillante, sutil— y su fabuloso y alucinante imaginario, de estremecedora belleza; la vertiente experimental e innovadora en «Ven», una indagación sobre las relaciones espacio-cuerpo, en la que el cuerpo acaba convirtiéndose en el espacio del otro, y en «Limits», una reflexión sobre el origen y las pulsiones del movimiento; y finalmente la danza como danza, en «Just a breath» o «Parámetros», coreografías en las que el que el movimiento surge con absoluta fluidez construyendo un discurso de gran atractivo visual.
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