La obra del intercambiador de Avenida de América arrancará durante el verano
Los trabajos de modernización acumulan un retraso de un año y medio por problemas con la concesionaria, según la Comunidad
MIGUEL OLIVER
MADRID. Un autobús atrapado en la salida de un túnel convirtió en una ratonera el intercambiador de Avenida de América el pasado jueves. Se averió justo cuando se disponía a salir de la estación para dirigirse a Burgos y al quedarse parado provocó ... un tapón en la única salida que tiene de casi cuatro horas. Este incidente ha dejado de manifiesto que la infraestructura necesita abordar ya su ampliación y modernización.
Se trata de unas obras que fueron anunciadas para principios del año pasado y que, por lo tanto, llevan un retraso de un año y medio. Fuentes del Ejecutivo regional responsabilizan de esta demora a la empresa concesionaria, aunque aseguran que los trabajos para modernizar y ampliar el intercambiador comenzarán durante el próximo verano, «entre finales de junio y principios de septiembre».
La obra se prolongará por espacio de dos años y no será necesario que la macroestación tenga que cerrar. Eso sí, desde la Consejería se advierte que durante algún momento del proceso deberán «ocupar» algunos de los carriles que se encuentran en el exterior.
Cada día 215.000 viajeros utilizan esta infraestructura. Sus protestas por la falta de calidad de las instalaciones se han dejado sentir casi desde que abrió sus puertas en el año 2000. Tal vez por ello la Comunidad ha decidido invertir 48,7 millones para dotarlo de mejores condiciones.
Comodidad y seguridad
El objetivo no es otro que equiparar la infraestructura de avenida de América en calidad, comodidad, seguridad, accesibilidad y prestaciones a las nuevas terminales de Moncloa, Príncipe Pío, Plaza de Castilla y Plaza Elíptica.
Asimismo, se introducirán todo tipo de mejoras para dotar al intercambiador de la mejor ventilación, climatización y sistemas de aire acondicionado. Además, se reforzarán todas las medidas de seguridad y extinción de incendios y se mejorará la extracción de humos para permitir una menor afección a las viviendas cercanas.
Junto a estas mejoras, también se acometerá una ampliación del intercambiador de 6.350 metros cuadrados más para construir una nueva rampa de salida del aparcamiento, escaleras y salidas de emergencia, huecos de ventilación natural, así como cuartos auxiliares y técnicos.
Por otra parte, está previsto actuar sobre los túneles de entrada y salida de los autobuses para, en aquellos puntos donde sea posible, proceder a su ensanchamiento y mejorar así la fluidez de paso y la seguridad de los buses. El objetivo final no es otro que propiciar una mayor rapidez de entrada y salida de vehículos, de forma que esto repercuta en un ahorro de tiempo en cada expedición y por tanto un mejor servicio a los viajeros, algo que no ocurrió el pasado jueves cuando un autobús se quedó atrapado en la salida.
Salida directa a la calle
Para evitar que situaciones como esta se puedan volver a repetir, se construirá también una nueva rampa a modo de salida alternativa de autobuses para posibles casos de bloqueo de los túneles existentes. Este nuevo acceso tendrá salida directa a la superficie desde el nivel -1, incorporándose al paso inferior que cruza bajo la calle Cartagena, y se utilizaría en caso de una eventual avería de un autobús o cualquier otro tipo de incidencia, permitiendo mantener en todo momento el correcto funcionamiento del tráfico interno.
Otro de los objetivos prioritarios será la mejora de la funcionalidad y la accesibilidad de avenida de América, de forma que se sustituirán y ampliarán las escaleras mecánicas, se instalarán cinco nuevos ascensores de acceso al intercambiador y al aparcamiento, se incorporarán recorridos guiados para invidentes y se suprimirán todas las barreras arquitectónicas.
Por último, está previsto actuar en superficie, tanto en la planta de acceso como sobre la cubierta del templete del intercambiador, para mejorar la integración del edificio en el espacio público y la calidad ambiental de la zona. Si las obras comienzan este verano, la nueva infraestructura sería una realidad a mediados de 2012.
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