Liquidar a Zapatero

Novedades que muestran la confusión y la fragilidad socialistas. La dificultad, no ya para tomar decisiones, sino para elaborar discursos alternativos. Ni en la izquierda más extremista se concibe una conspiración capitalista mundial dirigida contra España en particular. Una izquierda que no ha cultivado el nacionalismo español, más bien todo lo contrario, difícilmente iba a creer en una confabulación mundial dirigida contra una nación de cuya existencia duda.

Peor es aún la conspiración contra Zapatero. Lo de demonizarlo, o lo de querer liquidarlo, como dice la izquierda de la intención de aplicarle las leyes a Garzón. Ni siquiera la izquierda más entregada es capaz de imaginar a los medios internacionales confabulándose para conspirar con los españoles que decíamos lo que ellos dicen ahora de Zapatero, pero hace varios años. Ya me gustaría a mí tener esa confianza en mi influencia, como Blanco con las elecciones americanas en las que no quiso interferir.

Más bien parece que se les ha ocurrido a ellos solos, sin ayuda española. Quizá porque Zapatero se esté liquidando él mismo, con la mera exhibición de su incapacidad. Le construyeron un aura de carisma y liderazgo, pero detrás no había nada. Es su diferencia con González y lo que hace tan improbable una reacción como la de González en el último momento de las elecciones del 96, la que ahora espera el PSOE para el 2012.