Israel autoriza construir 455 nuevas viviendas en Cisjordania

A falta de que el Consejo de Ministros de todavía la bendición definitiva a estos proyectos, el trámite cumplido por Barak ha servido para empezar a materializar lo que hasta ahora sólo eran anuncios oficiosos. A saber, que el primer ministro Benjamin Netanyahu está decidido a aplacar a los colonos, -y aún a la propia oposición surgida en su partido, el derechista Likud-, avanzando en la ocupación, para sólo después negociar con EE.UU la “interrupción” temporal de la expansión de los asentamientos, medida que nunca afectaría a Jerusalén Este y a las obras públicas como carreteras o colegios.

En concreto, las órdenes suscritas hoy por Ehud Barak allanan el camino para poner en marcha la construcción de 149 casa en el asentamiento de Har Gilo, perteneciente al bloque de Gush Etzion enclavado en el distrito de Belén, que Tel Aviv pretende conservar dentro de cualquier acuerdo con los palestinos. Junto a ello, se beneficiarían también de permisos para 80 casas el inmenso bloque de Ma´aleah Dumin, que separa Jerusalén Este de Cisjordania, así como Modi´in Illit (84), Givat Ze´ev (76) y Kedar (25). Completan el recuento 20 autorizaciones para 20 unidades más en Maskiot, en el valle del Jordán y otras 12 en Alon Shvut, más un complejo deportivo en Ariel y un colegio en Har Adar, que ya está en obras.

Mitchell retrasa su visita

Los pasos adelante para dejar aprobada la construcción de estas viviendas antes de acordar con los Estados Unidos algún tipo de congelación se registran a pocas fechas de la llegada a Israel del enviado especial de Barack Obama para Oriente Próximo, George Mitchell. Informaciones contradictorias apuntaban ayer a que el malestar de la Administracion norteamericana con el Gobierno de Netanyahu se iba a traducir en un retraso de varios días en esta visita, inicialmente prevista para el jueves, que podría aplazarse hasta el domingo. No obstante, fuentes de la Oficina del Primer Ministro israelí negaban ayer en las páginas del diario Jerusalem Post cambios en el calendario debidos a roces diplomáticos, aunque admitían posibles demoras por “razones logísticas”.

Washington ya expresó el viernes a través del portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, y de un comunicado oficial su rechazo a las maniobras de Netanyahu para asegurarse sobre el papel la expansión de las colonias en Cisjordania antes de declarar su congelación. No son los únicos contrariados. El gerente del Consejo de Asentamientos judíos, Pinhas Wallerstein, advertía ayer que las aprobaciones de viviendas a la carrera orquestadas por el primer ministro no van a “exonerarle” si en unas semanas aparece con el anuncio de que ha pactado con Obama parar el crecimiento de los bloques judíos, aunque sea de forma limitada y temporal.

Camaradas de Netanyahu al borde de la rebelión

En el Likud, capitaneados por el vice primer ministro Silvan Shalom, un buen grupo de camaradas de Netanyahu está al borde de la rebelión, indignados por lo que consideran una traición a su programa político. “La empresa de los asentamientos era el orgullo y la gloria del Likud, -recordaban hoy-, fuimos elegidos para izar esa bandera con orgullo, no para que ondee a media asta”.

Queriendo satisfacer a todos, se da la paradoja de que Netanyahu está consiguiendo soliviantar a todos. “Es un desafío a los esfuerzos de Estados Unidos y de la Comunidad Internacional por reactivar el proceso de paz”, denunciaba hoy Saeb Erekat, el negociador jefe de los palestinos, cuyo presidente, Mahmmud Abbás, se niega a reanudar cualquier contacto con Israel mientras la actividad en los asentamientos continúe. El choque, la nueva vuelta de tuerca en el desencuentro de Tel Aviv con Washington y con la contraparte palestina, pone en riesgo la reunión trilateral auspiciada por Barak Obama que está prevista a finales de mes en el marco de la Asamblea General de la ONU.