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ABC Cultural

El parque jurásico de Scorsese

Nueva York es una ciudad con dos rostros, uno se refleja en el cristalino celuloide de Woody Allen y el otro en el turbio de Martin Scorsese. Hay ciudades que tienen tantos talentos que la relaten, que su imagen está tan troceada como una de ... las prostitutas de Jack, o de Picasso. Nueva York se puede ver, en esencia y afortunadamente, a través de sólo dos «sensibilidades», con perdón, la de Allen y la de Scorsese, cuajadas en un perfecto par de imágenes: las dos figuras sentadas en el banco, de espaldas y frente al río y al puente de «Manhattan» o la de un taxista loco retándose a sí mismo frente a un espejo. Dos Nueva York, el del paseo con frase y el de la carrera con exabrupto.

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