Brasil y Francia rescatan otros quince cuerpos del Airbus

Las búsquedas continúan concentradas en torno a un radio de 220 kilómetros trazado a partir del punto en que se cree que cayó el avión, situado a unos 704 kilómetros del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha y a 1.296 kilómetros de Recife, y cercano a los peñascos deshabitados de São Pedro y São Paulo. Munhoz ha explicado que el mal tiempo que impera en la zona de búsqueda afecta sensiblemente a la visibilidad desde el aire, pero no ha impedido los trabajos de rescate de los buques. Asimismo, ha ratificado que la "prioridad" es la recuperación de los cuerpos, para dar una respuesta rápida a los familiares de las víctimas, concentrados en parte en un hotel de Río de Janeiro.

Los responsables del rescate se han negado a hablar del estado en que fueron localizados los cadáveres tras una semana en el mar, aunque algunos familiares de las víctimas han señalado que, según les informaron las autoridades, "sería posible identificarlos por fotos". Los peritos de la Policía Federal brasileña que se ocuparán de la identificación de los restos se encuentran desde el sábado en Recife y cuentan con muestras genéticas de los familiares de las víctimas, que fueron recogidas en Río de Janeiro en los últimos días.

Fuentes militares brasileñas han señalado que el material rescatado confirma el desastre pero que no es suficiente para identificar las causas del accidente, que serán investigadas por Francia. Air France sólo ha confirmado hasta el momento que el avión emitió en forma automática 24 señales de anomalías durante los cuatro minutos previos a su desaparición de los radares. Para determinar las causas será clave la recuperación de las cajas negras del avión, que según las autoridades brasileñas pueden encontrarse en el fondo del océano Atlántico, a unos 4.000 metros de profundidad.