Libia acogerá por primera vez a inmigrantes que partieron de sus costas
El Gobierno de Italia ha expresado su satisfacción ante el hecho de que por vez primera Libia haya aceptado recibir de vuelta a un grupo de 227 emigrantes que no son de nacionalidad libia pero sí zarparon de sus costas para dirigirse por mar hacia ... suelo europeo. Todo ocurre apenas diez días antes de que , gracias a un acuerdo bilateral firmado el año pasado, se pongan en marcha en aguas del Mediterráneo patrullas mixtas con agentes de ambos países para tratar de frenar la salida de embarcaciones con clandestinos.
"Hoy es un día histórico en la lucha contra la emigración clandestina", dijo en una entrevista televisiva el ministro del Interior, Roberto Maroni, miembro de la Liga Norte, el partido que con más beligerancia se opone a la llegada de extranjeros. Las patrullas conjuntas, que tenían el 15 de mayo como fecha de arranque, empezarán "en los próximos días" y así "el problema quedará resuelto", añadió el ministro.
La alegría de las autoridades italianas tiene sin embargo otra cara de la moneda menos optimista. Este viaje de vuelta al continente africano ha suscitado de manera inmediata dudas sobre el futuro de esos "sin papeles" en un país como el liderado por Muamar el Gadafi, sobre el que llueven las acusaciones de atropello sistemático de los derechos humanos. A su vez, las acusaciones se vierten sobre la decisión de Italia de enviarlos de vuelta sin atender a tratados internacionales como la Convención de Ginebra de los refugiados, de la que sí es firmante aunque Libia no.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó nada más conocer la noticia su "inquietud" e "indignación" por lo ocurrido y advirtió de que fueron devueltos hacia Libia sin la debida asistencia, sobre todo a la hora de darles la oportunidad de pedir asilo. En un tono más crispado, Médicos Sin Fronteras dijo que ayer era un "día negro" y "terrible" por estas "repatriaciones forzadas".
Acto inédito
Los 227 emigrantes lanzaron desde distintas barcas llamadas de auxilio a través de teléfonos satélite a lo largo del miércoles para que fueran rescatados en su travesía hacia las islas italianas de Lampedusa y Sicilia. Malta e Italia estuvieron durante unas horas discutiendo sobre quién debía hacerse cargo de ellos. No es la primera vez que ambos países tratan de escurrir el bulto. Finalmente fueron rescatados por tres patrulleras italianas. Pero el rumbo de éstas, para sorpresa de los esperanzados africanos, no fue entonces el habitual, sino que, para sorpresa también de Roma, Trípoli había aceptado en un acto inédito que fueran trasladados a su puerto.
Nunca hasta ayer jueves Libia había dado el paso de dejar que las patrulleras italianas devolvieran a su punto de partida a los emigrantes. Su negativa ha sido siempre interpretada como arma de presión para recibir fondos y medios de la Unión Europea con los que hacer frente a los flujos migratorios.
A lo largo de 2008 llegaron unos 37.000 "sin papeles" a las costas italianas, una cifra que supuso, según el Ministerio del Interior, un 75 por ciento más que en 2007. El 75 por ciento de ellos pidieron asilo y la mitad de las solicitudes acabaron siendo aceptadas, según ACNUR. Casi todos ellos emplearon las rutas que van desde las costas de Libia hacia las islas de Lampedusa o Sicilia. El país magrebí tiene unos 4.000 kilómetros de frontera terrestre, a menudo calificados de muy permeables, y 1.700 kilómetros de costas. Por otro lado, la Marina Real marroquí ha interceptado en las aguas de la provincia septentrional de Nador una lancha con 73 inmigrantes clandestinos que se dirigían a la zona norte del Mediterráneo, informaron hoy los
servicios de seguridad. La operación tuvo lugar anoche y entre los detenidos, que procedían de veinte países africanos, había seis mujeres y dos bebés, según recogió la agencia oficial MAP.
Trece de los inmigrantes interceptados procedían de Senegal y se detuvo también a once ghaneses, seis guineanos, cuatro ugandeses, 4 malienses, tres zimbabuenses y tres gambianos.
Asimismo, en el grupo había ciudadanos de Burkina Faso, Eritrea, Costa de Marfil, Cabo Verde, Sierra Leona, Togo, Nigeria, Sudán, Camerún, Kenia y Chad, que junto al resto de sus compañeros, fueron entregados a la policía para proceder a la investigación.
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