Apuesta por el doble pivote
La selección española ya se encuentra en Turquía, donde mañana disputará el sexto encuentro de clasificación para el Mundial de Suráfrica. Vicente del Bosque está muy satisfecho con el triunfo del pasado sábado en el Santiago Bernabéu, pero tiene previsto hacer un par de cambios ... respecto al once que venció por un gol a cero.
En torno al equipo ha surgido un debate sobre la aparición de Xabi Alonso y de Marcos Senna, un doble pivote que no debería funcionar como tal porque el centrocampista del Liverpool tiene la obligación de jugar más adelantado para aparecer en la segunda línea de ataque junto con Xavi, Iniesta, Silva o Cesc, dependiendo de los jugadores que estén en juego en ese momento. Y Del Bosque no lo modificará en este nuevo encuentro.
Los cambios apuntan a otras posiciones. Es muy probable que Silva vuelva al once en detrimento de Cazorla. Sería para intentar mejorar la posesión del balón y la circulación del juego. Otra de las rotaciones puede darse en la defensa. Marchena suena como recambio de Albiol. Hasta ahora el defensa del Valencia no ha contado para Del Bosque, exceptuando unos minutos en el amistoso contra Inglaterra en Sevilla, donde salvo un gol cuando España sólo ganaba por uno a cero.
De momento, el seleccionador está tranquilo.Y expectante frente al resultado que se dé en el partido entre Bosnia y Bélgica. Un triunfo de los bosnios podría obligar a la selección española a sumar más puntos de los previstos para lograr el primer puesto del grupo, que permite el acceso directo a la fase final del Mundial.
La selección llegó anoche a Estambul después de cuatro horas de vuelo distendido. Villa, Cazorla, Llorente y Reina se entretuvieron jugando a la «pocha» (juego de cartas), aunque la mayoría optó por tragarse una película en el ordenador personal. El recibimiento fue cordial y Del Bosque se vio agasajado por las autoridades locales como compensación por su paso por el Besiktas.
Nada más pisar suelo otomano se pudo comprobar lo que le espera a la selección española. Tantos los dirigentes como los aficionados se están encargando de calentar el ambiente para convertir el estadio Ali Samy Yen (apenas 25.000 espectadores) en una especie de pequeño infierno. Todos quieren una pequeña revancha. Y ganar, como no, a la actual campeona de Europa.
Fernando Torres reconoció la complejidad del partido, pero ve a España con opciones: «Nos costó el sábado, con nuestra gente. Mañana va a ser el doble de complicado. El partido va a ser parecido al del otro día y ya estamos advertidos de que jugamos contra una gran selección, con grandes jugadores. Cuando no jugamos bien, como el sábado, ya incluso se gana por inercia y eso hay que aprovecharlo».
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