Diez formas diferentes de comer tomate

En Atrio, el hotel-restaurante de Toño Pérez y José Polo, la sopa de tomate se “deconstruye” dando lugar a un plato con apenas caldo y texturas diversas, muy diferentes al fruto rojo original.

En Barcelona, el restaurante familiar Ca l’Isidre propone una tradicional ensalada de las que pueden acompañar a cualquier tipo de platos. Una buena opción para compartir con toda la mesa.

El salmorejo esferificado es uno de los platos con el que pasar la temporada estival a las afueras de Madrid, concretamente en Pozuelo. Eso sí, aunque sea una nueva versión de este veraniego plato, los pedazos de jamón nunca faltan.

Los clásicos pueden acercarse a La Camarilla, donde el salmorejo se presenta en una copa de cóctel. Volvemos así a la época en la que estas calles, las del madrileño barrio de La Latina, estaban repletas de bandoleros.

Entre los platos más aclamados de Álbora se encuentra este tomatito asado y relleno de chipirón sobre un risotto de su tinta de calamar. Además, en este local se puede comer bien en su zona de barra con raciones o en el espacio reservado para la carta en la parte alta.

Junto al río Urma, cerca de Hernani, se encuentra el restaurante Fagollaga. Allí el tomate se aliña y se acompaña de unas lascas de queso parmesano y una pasta de fresas asadas. Dulce y ácido se unen en una sola obra.

Muchos de los cocineros españoles sienten especial predilección por esta hortaliza. Hasta el punto de dedicarle un estudio. Es el caso de Ramón Freixa, un tres Soles Repsol que apuesta por el tomate como base de su cocina. Una atención al detalle, tanto en platos como en sala y un perfecto equilibrio de sabores, olores y colores es lo que nos encontraremos si nos acercamos hasta su restaurante en el centro de Madrid.

Otro restaurante en Madrid, esta vez en el barrio de La Moraleja, que siempre cuenta en su carta con un refrescante gazpacho casero es el Aspen donde, además de utilizar siempre un buen producto fresco, preparan un exquisito tartar de atún.

Paco Roncero es otro de los cocineros con tres Soles Repsol que sabe sacarle provecho al protagonista del verano. Si ya de por sí el tomate es un producto refrescante, más lo es aún preparado de esta manera tan poco frecuente. Y, si además, lo degustamos al aire libre en la Terraza del Casino, hará que nos olvidemos del calor madrileño. Una apuesta segura.

En Santander saben también que el tomate no está hecho solamente para ensaladas. Prueba de ello es la variedad de platos entre los que lo incluye Sergio Bastard, cocinero del restaurante la Casona del Judío. Tanto su tomate pasificado como el salmorejo con yema de codorniz y tomatito asado son creaciones culinarias que cuentan con el tomate como ingrediente principal.

Fuente: Guía Repsol