La pera de Lérida, la excusa perfecta

Es aquí donde iniciamos esta ruta que discurre principalmente por la comarca del Pla de Urgel, aunque la zona de producción de la D.O.P. Pera de Lérida se extiende también por las comarcas del Segrià, la Noguera, Les Garrigues y Urgel.

En Lérida, antes de coger el coche, es imprescindible visitar el Palau de la Paeria, una de las joyas del románico civil más importantes de Cataluña. Sede del Ayuntamiento, en su interior se pueden ver restos monumentales datados desde el siglo V a. C. Los perales, dispuestos en hileras, son regados con agua del Pirineo gracias al Canal de Urgelhasta el siglo XVIII de nuestra era, el archivo municipal y el Salón del Retablo. Después, podemos salir a la plaza de Sant Joan, presidida por la iglesia del mismo nombre, en cuyo campanario anidan todo el año las cigüeñas. En la calle Mayor está la oficina de turismo. Desde aquí salen varios itinerarios para recorrer esta gran desconocida que es Lérida. Uno de ellos se detiene frente a varios edificios modernistas. Otra de las joyas de la ciudad está junto al río Segre: La Llotja, actual Palacio de Congresos de Lleida.

Continuando el recorrido salimos de Lleidapor la A-2 o la N-2 dirección Mollerussa . A la derecha y a la izquierda nos acompañarán por la extensa llanura campos de perales, manzanos y algunos cultivos de cereal. Los perales están dispuestos en hileras y son regados por goteo con agua llegada del Pirineo gracias al Canal de Urgel. Para entender el paisaje del interior de la provincia de Lérida y su transformación relativamente reciente en un inmenso campo de frutales hay que hablar del Canal de Urgll. Y para conocer su historia, entrar en la Casa del Canal, en Mollerussa. En este bello edificio de 1867, restaurado recientemente, tiene su sede también la Comunidad de Regantes.

En el Centro de Interpretación, una visita guiada de una hora explica cómo se construyó esta obra de ingeniería hidráulica de 144 km de longitud que ha transformado, desde mediados del siglo XIX, unas tierras resecas y yermas en fértiles campos productivos.

De Mollerussa seguimos por la A-2 o la N-2, desviándonos luego por la LV-3344 hasta la localidad de Ivars d’Urgell , para encontrar otro paisaje que ha transformado el agua: el lago de Ivars i Vila-Sana. Este humedal, que se alimenta del canal, estuvo desecado muchos años, hasta su reciente recuperación. En la actualidad acoge más de 200 especies de aves diferentes. Tiene una extensión de 126 ha y un perímetro de casi 6 km; la profundidad de sus aguas no llega en ningún caso a los 4 m. Una ruta llana y bien señalizada de unos 3 km, caminando o en bicicleta, permite conocer y disfrutar del humedal. Alrededor del lago se han colocado dos observatorios para el avistamiento de aves, además de una torre elevada. En la caseta de información se pueden alquilar prismáticos y se organizan paseos en barca. Terminamos la ruta a pocos km de aquí, ya en la comarca de la Noguera. Podemos despedirnos brindando con los vinos de la D.O. Costers del Segre, los del Castell del Remei , en una zona en la que los frutales dejan paso al viñedo.

Esta fruta, con D.O.P. desde 2008, incluye tres variedades: limonera, de color verde amarillento, su carne es granulosa al paladar; blanquilla, de color verde agrisado, muy jugosa y suave al paladar, mientras que la conference es verde y con rugosidades de color marrón, de carne blanquecina y jugosa. Estas variedades, conocidas como las «tres reinas», deben cumplir, al comercializarse, una serie de requisitos, como un calibre mínimo de 60 mm. Los perales se encuentran en una zona donde los inviernos son muy fríos, con nieblas persistentes, y los veranos muy calurosos y secos, condiciones que contribuyen a la producción de una pera de gran calidad. El Consejo Regulador agrupa a 750 productores, que cultivan unas 1.650 ha, y garantiza el cultivo, manipulación y calidad de la pera.

Fuente: Guía Repsol