La «hermana sagrada» de Machu Picchu que pocos conocen

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Una de las hipótesis sobre la construcción de Choquequirao, sostiene que esta se hizo entre la segunda mitad del siglo XV y primeras décadas del XVI , cuando los incas iniciaron la conquista de nuevos territorios en la Región del Antisuyo , zona habitada por los antis. Desde entonces fue un importante asentamiento pre-hispánico.

Estuvo oculto a los españoles durante décadas después de la Conquista (en 1710 fueron las primeras noticias de Juan Árias Díaz Topete ) y todavía hoy se oculta a algunos turistas, por las dificultades de acceso y la falta de conocimiento del sitio. Llegar a Choquequirao demanda dos días de caminata por montaña sin más provisiones que las que pueden llevarse en la mochila, y luego hay que contar con otros dos días de regreso. También es por esto que no va mucha gente, requiere forma física y planificación; en temporada alta se estima que llegan unas 30 personas al día . La caminata dura 60 kilómetros y transcurre por uno de los cañones más profundos del mundo , el formado por río Apurímac. Se ha de subir desde los 1.500 metros hasta los 3.100 por estrechos senderos, con cuestas empinadas y resbaladizas. Que llegue poca gente hace que este lugar sea aún más mágico, sin la masificación que puede verse en Machu Picchu.

Pero todo esto puede cambiar... El proyecto de construir un teleférico que acerque a más visitantes a estas ruinas, sin necesidad de ir caminando, ha suscitado muchas controversias. Actualmente está paralizado por problemas en la distribución de las ganancias del turismo entre las regiones por la que pasa (5,4 kilómetros).

El 70% de Choquequirao está todavía por descubrir, pues la vegetación cubre parte de la montaña y hay zonas enterradas. El sitio está organizado en nueve zonas, se ha logrado ubicar la plaza superior ( Hanan ), los depósitos ( Qolqa ), la plaza principal ( Huaqaypata ), la plaza inferior ( Hurin ), el sistema de andenes de cultivo inmediatos a la plaza principal ( Chaqra Anden ), la plataforma ceremonial ( Ushno ) y la vivienda de los sacerdotes en la parte baja de la colina. Cuenta además con un gran sistema de andenes o terrazas , una característica de los poblados incas, que ayudaban en el uso agrícola de las laderas de los cerros.