La receta turística de Lugo pasa por el buen comer

La Fábrica de la Luz, un histórico edificio a la orilla del Miño, será un centro gastronómico de primera fila

En San Froilán el pulpo se convierte en protagonista indiscutible

Las tierras gallegas siempre fueron sinónimo del buen comer (en calidad y cantidad). Tampoco se pasa sed: las cinco denominaciones de origen de los vinos gallegos sitúan a la Comunidad como uno de los referentes en viticultura. Y el turismo gastronómico siempre tuvo ... mucho peso dentro de Galicia, haciendo de apoyo fundamental a las vacaciones en la playa. Pero en Lugo han apostado decididamente por reinventar el turismo dedicado al comer y al beber (lo que se denomina, en esencia, enogastronomía), haciéndolo uno de los ejes centrales de su oferta para visitantes.

Que en Lugo nada va a poder competir contra la Muralla romana, Patrimonio de la Humanidad, es cierto, pero si las vistas a la única construcción de este tipo que se mantiene en pie en el mundo se acompañan con comida de calidad y producto de kilómetro 0, mejor. El Ayuntamiento tiene en la diana el objetivo de «convertir Lugo en un referente gastronómico», pero haciendo uso de su rica historia prerromana. Como el resto de Galicia, Lugo también sufre de estacionalización de su turismo: aunque no tenga playa, los visitantes llegan a la ciudad en masa en verano, y en mucha menor medida durante los meses de invierno. Este es uno de los principales retos de los próximos años, pues, en realidad, da igual que haga sol o llueva para tomar una copa de un vino de la Ribeira Sacra.

La centenaria Fábrica de la Luz

Uno de los puntos fuertes para poner en valor la riqueza gastronómica y vitícola lucense está en la Fábrica de la Luz. El centenario edificio, que ha visto frustrados a lo largo de su historia numerosos proyectos que acoger entre sus paredes, se convertirá en un centro de enogastronomía de gestión público-privada. El plan proyecta una zona de degustación de productos 'kilómetro 0', pero también un espacio para realizar diferentes actividades relacionadas con el buen comer y beber característicos de la zona, así como un centro para la recuperación de recetas tradicionales de manos de productores locales. Este puede ser el enésimo intento de revitalizar un espacio tan característico como este a la orilla del río Miño. La Fábrica de la Luz cuenta con 125 años de historia, algunos de ellos, más bien, vacíos. Aunque fue clave en la llegada de la electricidad a la ciudad, con el paso de los años fue perdiendo importancia hasta convertirse en un edificio fantasma, medio abandonado. Los diferentes gobiernos locales trataron de devolverle la vida con diferentes proyectos, pero ninguno se cristalizó. Esta nueva idea, concebida y presentada por la alcaldesa Lara Méndez, está financiada con dos millones de euros gracias a los fondos Next Generation a través de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino. Quizá ahora, de una vez por todas, este peculiar y bonito espacio recobre el color y la vida que merece.

El proyecto se llevará a cabo a través de un procedimiento de concesión con la intención de que sea el sector privado quien potencie el centro. Por otra parte, se primará la obtención de recursos locales buscando la proximidad para que los visitantes tengan una visión mucho más integrada de todos los factores que intervienen en la producción vinícola, así como de la gastronomía de la región y los rasgos culturales e históricos que se ven reflejados en estas prácticas.

Pero no será la única novedad con respecto a los cambios que llevará a cabo la ciudad para hacerse más atractiva al visitante, sino que también se creará un 'Club de producto de enogastronomía', que, entre otras propuestas, definirá rutas gastronómicas entre diferentes establecimientos de la ciudad.

Un momento de la fiesta del Arde Lucus, en Lugo

Lugo también se caracteriza por sus históricas celebraciones. Entre ellas, el Arde Lucus, donde cientos de legionarios romanos se pasean por la Muralla, o San Froilán, donde el pulpo se convierte en protagonista indiscutible. El Plan de Turismo Sostenible también atiende a estas fiestas: el objetivo pasa por minimizar la generación de residuos en estas multitudinarias reuniones con campañas de consumo responsable e incentivación del reciclaje. También se brindará apoyo a las empresas que operan en las actividades turísticas y enogastronómicas mediante la elaboración de una guía de buenas prácticas.

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