«Que un médico tenga menos normas que un empresario no tiene sentido»

-Si tuviéramos que hacer una valoración como organización empresarial, diría que se empieza a ver la luz al final del túnel. Uno de los indicadores es la tasa de paro y, aunque tenemos una tasa muy elevada, la verdad es que cada vez se crea más empleo. Estamos empezando a despegar, pero muy despacio. ¿Por qué tan lento? Por la tasa de paro tan elevada y por algo que como organización empresarial estamos pidiendo para fomentar la creación de empleo: el acceso a la financiación. Aunque empezamos a ver que algo se mueve, todavía no llega ni a todos los sectores ni a todos los empresarios. .

-¿Desgrane cómo están los diversos sectores?

-Si pregunta a cualquier empresario de la construcción, le diría que es un sector que está plano, padeciendo mucho y lo que está intentando es mantenerse. Si se va al sector servicios, este año para Toledo, ciudad sobre todo, ha sido un año bueno porque hemos tenido el Año Greco y se está viendo que las pernoctaciones están subiendo. Pero es un sector grande. Dentro de él, por ejemplo, el subsector del comercio lo está pasando francamente mal, porque es uno de los sectores más pegados a la línea de consumo. Y dentro de él, el sector del textil también lo está pasado mal.

La agricultura es un sector que está funcionando muy bien, que está creando empleo con fuerza, pero los precios del cereal no están en su mejor momento y tienen que acometer un montón de gastos de producción. Y, bueno, no es tampoco la mejor época pese a que la gente se está refugiando para huir del paro. Y luego está la industria. Si nos centramos en la industria de producción, está empezando a remontar. ¿Por qué? Porque este tipo de industrias normalmente operan a años vista. Entonces, está empezando a repuntar de forma tímida. Dentro de este sector, el que mejor está funcionando es el agroalimentario. Primero, porque todos seguimos consumiendo productos. Y segundo, porque ha tenido una capacidad muy buena de reaccionar ante la adversidad. Ha sabido rápidamente emprender el camino del comercio exterior. Pero como todo, ojo, hay sus excepciones. Por ejemplo, el sector del vino no está pasando su mejor momento.

-¿Cómo les va a los emprendedores ahora que el Gobierno regional nos vende datos positivos?

-Fedeto es el punto de toda Castilla-La Mancha que más vocaciones empresariales atiende y lo que comprobamos es que, en el plazo de nueve meses, nueve de cada diez de estos emprendedores pueden acabar cayendo o están en una situación de crisis gorda. Eso responde a dos motivos. Uno, que a la hora de enfrentarse a un nuevo negocio tienes que conocer muy bien en qué sector te estás metiendo. Lo que vemos es que quizás fruto de la inexperiencia, pero sobre todo de la desesperación del paro, mucha gente pretende dar el salto. Y yo utilizo siempre el mismo ejemplo: da la sensación de que cualquiera sabríamos tirar una caña. Pero es que el señor del bar ha tenido que negociar con su proveedor, ha tenido que negociar con las entidades financieras, ha tenido que innovar de forma constante... Desde Fedeto, lo que hacemos es un labor didáctica, si me apura. También le quiero hablar de los empresarios de toda la vida, que son los que verdaderamente están sosteniendo la economía y que echan de menos el apoyo denodado...

-Exactamente, ¿qué echan de menos los empresarios?

-Sobre todo, una menor presión fiscal y una menor burocratización de la actividad empresarial. Todavía el empresario paga demasiados impuestos. Tanto los que tienen que ver con la agencia tributaria como la seguridad social. Nosotros consideramos que las cotizaciones siguen siendo un impuesto sobre el empleo cuando deberían ser todo lo contrario. Y, en segundo lugar, tienen que hacer frente a una amalgama de normativas muy amplia y profusa. Todos los años, las leyes de Presupuestos Generales del Estado modifican las normativas laborales y fiscales.

-¿Cómo está el tema del IBI con el Ayuntamiento de Toledo?

-No es un caso únicamente con el Ayuntamiento de Toledo, la mayoría de municipios de la provincia están afectados por el POM. En Toledo está por ver cómo se va a desarrollar la ciudad. Por otra parte, no entiendo cómo a nivel mediático no se le está dando importancia a la famosa sentencia de Extremadura, que viene a decir que hay muchos solares que están tributando al catastro como suelos urbanos cuando en realidad son rústicos. En ese sentido, la sentencia es muy clara: para que a efectos fiscales un suelo sea urbanizable tiene que haber un plan de desarrollo. Es decir, yo puedo tener un terreno que el Ayuntamiento diga que es urbanizable, pero mientras no haya viales, calles, farolas, acometida de luz, de agua, mire usted, eso es rústico. Esa sentencia es casi tan importante como la del POM de Toledo. Nosotros apoyamos al empresario y ya anunció el presidente Ángel Nicolás que se utilizaría la vía judicial si fuera necesario.

-En los últimos días se ha escuchado manifestaciones sobre si subir (Banco de España o César Alierta, presidente de Telefónica) o no (el FMI o el ministro De Guindos) los salarios, ¿qué opinan ustedes?

-Que Alierta diga que hay que subir los salarios, puede estar bien desde el punto de vista de una macroempresa como la que él gobierna. Desde el punto de vista del ministro, la contención salarial evita la inflacción, que en estos momentos tampoco sería muy conveniente. Si reuniéramos en una sala a 500 empresarios, cada uno de ellos tendría su particular forma de sentir la crisis. Lo que hay que ver es cada empresa en cada momento. Afortunadamente, la reforma laboral lo que permite es adaptarse a la situación que hay e iremos viendo que, si la economía avanza a mejor, se irán incrementando los contratos indefinidos, los contratos a jornada completa y, por supuesto, subirán los salarios. Creo que los empresarios están padeciendo mucho y estarían encantados de subir los salarios tan pronto como se pueda.

-¿Qué le pide a 2015?

-Que sea un año mejor que el 2014. Que sea un año en el que veamos que se sale de la crisis, que se potencia el tejido empresarial para que los empresarios puedan seguir tirando del carro y creando riqueza. Pero sobre todo lo que pediría, desde un punto legislativo, es que las cosas se suavizaran para los empresarios. Merecen enfrentarse a su profesión sin estar tan regulados. Es decir, que un médico tenga menos normativas a las que enfrentarse que un comerciante no tiene mucho sentido.