La eclosión del Greco

El paradigma de esta magna repercusión ha sido, sin duda, la exposición «El griego de Toledo», comisionada por Fernando Marías y clausurada el pasado 14 de junio. Esta muestra, expuesta en el Museo de Santa Cruz durante tres meses, cerró sus puertas con un millón de visitas, convirtiéndose de este modo en la exposición más frecuentada en la Historia de España , superando el récord que tenía la de Salvador Dalí en el Museo Reina Sofía.

Durante este tiempo, Toledo ha reunido el mayor número de obras del pintor cretense jamás vista en la historia. Un total de 76 piezas, la mayor parte de ellas llegadas de 29 ciudades distintas del mundo , se han sumado a las que ya se encuentran de manera permanente en la ciudad en los denominados «Espacios Greco»: Sacristía de la catedral, el Hospital de Tavera, la Iglesia de Santo Tomé, la Capilla de San José, el Convento de Santo Domingo y el Hospital de la Caridad, en Illescas (Toledo).

Una muestra que no se han perdido varios miembros de la Casa Real. La Reina Doña Sofía; los por entonces Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia ; la Infanta Elena con sus hijos Felipe Juan Froilán y Victoria Federic; la Infanta Pilar y la infanta Margarita, así como el secretario de las Infantas, Carlos García Revenga. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ; el ministro de Cultura, Educación y Deporte, José Ignacio Wert; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso o el Premio Nobel Mario Vargas Llosa también la visitaron.

Pero el Año Greco está siendo algo más que esta macroexposición. La celebración de esta efeméride comenzó en el mes de enero con el espectacular concierto de campanas , a cargo del compositor valenciano Llorenç Barber, donde cincuenta campanas de diecisiete campanarios de la ciudad repicaron en este ejercicio coral con el que se anunciaba el inicio del gran homenaje a El Greco. A partir de ahí, se fueron sucediendo los homenajes y exposiciones.

La primera gran cita de los actos del Centenario con el público fue la exposición «ToledoContemporánea», comisionada por Elena Ochoa. En esta muestra participaron trece fotógrafos de prestigio internacional con instantáneas tomadas en la ciudad durante el pasado año. Massimo Vitali, José Manuel Ballester, Dionsio Gonzalez, Shirin Neshat o Michal Rovner fueron algunos de los artistas que mostraron sus trabajos en el Centro Cultural San Marcos.

Pero El Greco no solo tenía relación con la pintura, también la mantuvo con la música . Aunque en alguna ocasión el pintor manifestó «no saber nada» de este arte, lo cierto es que vinculación tenía ya fuera mediante el contrato de músicos para su disfrute privado o por la representación de instrumentos musicales en sus pinturas. Un guiño para el que la ciudad de Toledo también ha querido organizar acontecimientos musicales de primer orden . Por ejemplo, destaca la Misa de Réquiem de Cristóbal de Morales, dirigida por Michael Noone en la catedral, en el acto litúrgico «In memoriam» que se celebró el pasado 7 de abril, -fecha del aniversario de El Greco-, o el Réquiem de Verdi dirigido por Riccardo Muti , al que también asistió la reina Doña Sofía. Sin olvidar las tres magníficas Batallas de Órganos durante el mes de mayo en la catedral, a cargo de los mejores organistas europeos. Nombres como Paolo Oreni, Baptiste-Florian, Marle-Ouvrand, Thierry Escaich, Marc Pinardel o Juan José Montero, entre otros, sonaron en el templo primado. Una celebración para la que fue necesario rehabilitar siete órganos de la catedral, cuatro portátiles diseñados para la procesión del Corpus Christi y tres mayores, todos ellos construidos entre los siglos XVI y XVIII.

Los asistentes pudieron disfrutar, tanto del inmenso patrimonio instrumental que posee el templo primado, como de un auténtico «duelo musical», donde los organistas se «batieron» exhibiendo sus dotes de improvisación y capacidad técnica, así como su talento y sensibilidad artística.

Intérpretes como las hermanas Labeque, la cantaora Rocío Márquez o la música sefardí de Ana Alcaide. El grupo Zarabanda de Álvaro Marías, la Grande Chapelle de Albert Recasens, las Nereydas de Javier Illán han puesto música al Centenario en escenarios como la catedral, la sinagoga del Tránsito, el Teatro de Rojas, la Iglesia de San Pedro Mártir y el nuevo auditorio del Palacio de Congresos.

Y fue precisamente el coliseo toledano el que acogió la obra «¿El Greco, decís?» de A. Arnel y dirigida por Gustavo Tambascio. Este montaje mostró la imagen del pintor cretense como un artista universal que se adelantó a las vanguardias de su tiempo en casi 300 años.

Y además de todo esto, la Fundación El Greco 2014 ha preparado un atractivo programa, bajo el nombre «PaseArte», con numerosas propuestas de arte escénico en la calle que incluyen teatro, música y danza, posibilitando que todos los ciudadanos y visitantes puedan disfrutar de una fiesta de música, luz, danza y color. Una de las actividades de este programa que más expectación está levantando es «Flamma», un pasacalles que bajo la atenta mirada de una gran marioneta representando a El Greco guía a músicos y danzantes por los rincones históricos de la ciudad.

También hay que destacar el espectáculo que David Moreno ofreció en la plaza del Ayuntamiento. Subido a ocho metros de altitud, en posición vertical, interpretó con su piano la pieza musical «Esencia» , título del espectáculo, acompañado tres metros más abajo de sus músicos , situados también en altura en cuatro torres y, en la parte baja de la escena, un coro de voces blancas formado por 40 niños, acompañados por 35 tambores.

Ni siquiera la gastronomía ha sido ajena al Año Greco. Este arte culinario, al igual que ocurre en la pintura, requiere también de creatividad e investigación. Por ello se ha creado «Saborea Greco», un programa de actividades gastronómicas que se desarrollará durante todo este año con el objetivo de aprender a valorar la gastronomía toledana y, en general, la de toda Castilla-La Mancha.

Este programa profundizará en la cocina castellano-manchega, de la mano de sus más afamados representantes, como es el caso de Pepe Rodríguez del restaurante El «Bohío», en Illescas (Toledo), escogiendo nuevas propuestas que pondrán el foco en las materias primas de la región, y haciendo las delicias de los ciudadanos y visitantes.