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artes&letras de castilla-la mancha

Nuestro poeta en Nueva York (25): Dos forasteros

El poeta, profesor y traductor toledano Hilario Barrero envía desde Nueva York, donde reside desde 1978, un nuevo texto que acompaña a una imagen

Nuestro poeta en Nueva York (25): Dos forasteros luna revenga

por hilario barrero

Marañón escribió en «Elogio y nostalgia de Toledo» un párrafo en el que señala la relación amor-odio que Urabayen tenía con Toledo. «Toledano fue Theotocópuli, que había visto la luz en la Grecia remota; como lo es en nuestros días Urabayen, navarro, que pretende ... disimular su absorción por la ciudad gloriosa, murmurando de ella, pero sin que le crea nadie; como esos hombres que, dominados por una mujer, hablan mal de continuo del sexo femenino en las tertulias de los cafés». Entrambasaguas compara a Urabayen con otro ilustre toledano adoptivo: «En Toledo había de sufrir la vida de Urabayen importantes cambios -como la del Greco , el candiota genial, transformado por la ciudad en hidalgo español del siglo XVI, a la vez que su espíritu se influía por la poderosa fuerza intelectual de la sin par ciudad». La ciudad enardecida se rinde al griego y la Biblioteca de Castilla-La Mancha celebra a don Félix. Al primero todos le sacamos partido, incluso los que no tenemos nada que decir; al navarro nadie le presta atención, ni siquiera los de su partido. «El entierro…» vale millones, mientras tanto «Por los senderos del mundo creyente» espera hace años que la Diputación dé el visto bueno a una nueva edición. Tenía razón don Félix: «Toledo es un pueblo de necrófagos».

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