Los tesoros de Guadamur salen a la luz

El castillo ha vuelto a abrir sus puertas recibiendo «una avalancha de llamadas de colegios»

Los tesoros de Guadamur salen a la luz ana pérez herrera

elisabeth bustos

La compra de una viga fue el motivo que llevó a Venancio Sánchez, un empresario madrileño, a visitar la localidad toledana de Guadamur. Pero el castillo que custodia el municipio y que en esos tiempos estaba en venta hizo que Venancio ... cambiara sus planes.

Este madrileño «se enamoró» de esta fortaleza de finales del siglo XIV. «No es ningún mérito enamorarse de este castillo. Las piedras me conmovieron y pensé que cualquier esfuerzo era poco para que este castillo viviera otros 500 años más », relata Venancio a las puertas de este histórico edificio. [Vea las imágenes del castillo]

Habían pasado casi veinte años desde la última vez que una luz se reflejaba en los cristales de las ventanas y habían sido varios los intentos por parte del Ayuntamiento para que la administración pública se hiciera cargo de este inmueble . Pero no fue hasta 1997, cuando este madrileño cambiaría el rumbo de este castillo al comprarlo por 300.000 pesetas a una hija del marqués de Campoo (anterior propietario de la fortificación).

Desde entonces han pasado dieciséis años de minuciosos trabajos de restauración bajo las órdenes del prestigioso historiador e investigador, Edward Cooper, y se han invertido más de tres millones de euros en su rehabilitación.

Unas obras que comenzaron por el exterior para consolidar estructuras y eliminar humedades y grietas, y se continuó en el interior, donde quitaron revocos y descubrieron ventanas y paredes, ya que en épocas anteriores este edificio había sido acondicionado como residencia de verano del Conde de Asalto.

Un recorrido por el castillo

Esquivando la puerta principal de la fortaleza a mano derecha se accede a las caballerizas (antiguamente cubiertas por los escombros) y al aljibe —espacio donde se guardaba el agua—. Ambas zonas están bajo una cubierta abovedada que da paso a través de una estrecha escalera a la planta baja. En este piso, las dependencias del servicio y una capilla , que aún conserva las bases en las que se sustentaban las imágenes religiosas, lucen sus originales piedras de sillerías.

Avanzando unos pasos más se encuentra el comedor, la estancia que mejor conserva su aspecto original. Una gran chimenea, una lámpara, cuatro candelabros y grandes frescos que representan escenas vividas en el castillo como la visita del viaje de novios de Juana La Loca y Felipe El Hermoso, fortín donde se alojaron camino del toledano Palacio de Fuensalida, propiedad de sus primos. En una de las esquinas de esta dependencia, se encuentra una pequeña habitación que en épocas pasadas era un vomitorio, aunque ya desde hace años pasó a usarse como alacena.

Subiendo unas pequeñas escaleras se encuentra la sala de la música, elegida com o escenario de películas y series de televisión como «Los Borgia» o «Águila Roja» por el magnífico estado de conservación en el que se encuentra. Sus paredes rosas, una chimenea de piedra y varios oratorios a lo largo de la habitación dan paso a los dormitorios, todos ellos con sus baños y con salida independiente a un patio interio r. Uno de estos aposentos, está decorado con escudos y posee el baño de mayores dimensiones, por lo que se dice que podría haber sido el lugar donde Juana La Loca pasó los días durante su estancia en el castillo.

El castillo de Guadamur ha sido escenario de múltiples películas y series de televisión

La segunda planta (no visitable porque será el lugar de residencia del propietario) dispone de más dormitorios con acceso al patio interior y más de un centenar de escalones que conducen hasta la torre del homenaje —el principal baluarte defensivo—, obligando así al visitante a hacer una parada en la biblioteca para coger un poco de aire y continuar hasta el final del trayecto que culmina en una espectacular terraza con vistas a todo el término municipal de Guadamur y a las archiconocidas Barrancas de Burujón.

Después de tantos años, esta joya de finales del siglo XIV, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), ha vuelto a abrir sus puertas los lunes, martes y miércoles y algunos fines de semana recibiendo «una gran avalancha de llamadas de colegios», según explica la alcaldesa de Guadamur, Sagrario Gutiérrez, gracias a un convenio firmado entre el Ayuntamiento de Guadamur y el propietario.

En principio, podrá visitarse la zona exterior, incluyendo el foso y la ronda de guardia . Pero, a medida que vayan concluyendo los trabajos de restauración del resto de estancias, éstas serán incorporandas al recorrido. Asimismo, una parte del terreno que era residencial ahora estará destinada para la realización de eventos de alto «standing».

Y todo esto será realidad gracias a Venancio Sánchez, que a partir de ahora formará parte de la historia de Guadamur.

Los tesoros de Guadamur salen a la luz

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