Cadetes formados en un mar de valores

Álvarez resaltó que, por las situaciones extremas a las que se verá sometido, al militar hay que incularle valores que no son requeridos en otras profesiones, tales como la abnegación, la bizarría, el compañerismo, la disciplina, la entereza, la ejemplaridad, la fidelidad, la honorabilidad, la integridad, la lealtad, la nobleza, la obediencia o el patriotismo, entre otros.

En opinión de este militar madrileño de 61 años , los tres pilares sobre los que se asienta la enseñanza de valores en las Fuerzas Armadas son, por este orden, las Reales Ordenanzas, los decálogos, credos o idearios de los Centros de Enseñanza y Unidades, y tercero, pero no por ello menos importante, los centros de formación y academias.

Para dar cuerpo a esta reflexión sobre la formación en valores , Álvarez repasó el Credo Legionario, el Decálogo del Cadete de la Academia General Militar, el Ideario Paracaidista o las Reales Ordenanzas. «No existe otro camino más directo hacia la enseñanza de las virtudes militares que ‘nadar’ día a día en este mar de valores», apostilló el teniente general.

En este curso, un total de 415 alumnos cursarán sus estudios en la Academia de Toledo, de los que 89 formarán parte del 5º curso de la LXIX promoción de la Escala Superior de Oficiales, mientras que de la Escala Básica de Suboficiales habrá 123 alumnos de 2º curso de la XXXIX promoción y 203 alumnos de 1º curso de la XL promoción.

En la mesa presidencial, además del del teniente general Álvarez y del general director de la Academia, que felicitó al ponente al final de su intervención, estuvieron presentes el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador; el presidente de las Cortes regionales, Vicente Tirado; el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page; el presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García-Tizón, y la diputada nacional Rocío López. También acudieron al acto el presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha, Andrés Gómez Mora, y concejales del Ayuntamiento de Toledo.