El Octavario recuerda el «cordón filial» que une a la Virgen con su hijo

El canónigo ha recordado la teología del cuerpo elaborada por el papa Juan Pablo II, para asegurar que la antropología «quedaría incompleta sin una referencia a la mujer».

A su juicio, entre cada madre y su hijo existe «un diálogo íntimo en el que ambos interactúan» e incluso «si el cordón umbilical tendrá que ser necesariamente seccionado en el momento del nacimiento para asegurar su supervivencia, por el contrario este otro cordón invisible y rico de comunicación amorosa entre madre e hijo jamás será interrumpido».

De esta forma, el vínculo entre una madre y su hijo muestra, según Alfonso Fernández, «algo del vínculo tan estrecho que une a Cristo con su madre y, de forma extensiva, a cada cristiano con ella».

Y es que, según el canónigo el vínculo entre Cristo y María alcanza a cada cristiano, facilitándole el encuentro con Dios: «quizás esto sea lo que San Ildefonso de Toledo quiso expresar con la invención de la Esclavitud Mariana de la Virgen del Sagrario: por el cordón filial que une a cada ser humano con Santa María llegaremos con rapidez y facilidad a Cristo ».