RSF abre fuego contra WikiLeaks

RSF reconoce el papel jugado por WikiLeaks en el pasado, especialmente cuando difundió el vídeo en el que se mostraba el ataque de soldados norteamericanos contra civiles en un barrio de Bagdad, pero rechaza su última filtración porque «divulgar la identidad de cientos de colaboradores de la coalición de Afganistán es muy peligroso». «Los talibanes y otros grupos armados pueden establecer sin dificultad alguna, a partir de dichos documentos, una lista negra de personas por matar y llevar a cabo sangrientas venganzas», advierte la organización en su texto.

Asimismo, pone en entredicho que el argumento de WikiLeaks para justificar esa filtración, «poner fin a la guerra en Afganistán», se logre «en estas condiciones», porque, según RSF, la presión que dice haber ejercido contra el gobierno de Estados Unidos por su presencia militar en aquel país ya se venía haciendo mucho antes de que se publicaran esos documentos.

Y aún más allá de los riesgos que entraña esa revelación de material con datos personales, para Reporteros sin Fronteras, tiene un problema real de metodología y, en consecuencia, de credibilidad. «Un trabajo periodístico implica una selección de la información. El argumento con el que se defiende, según el que el equipo de WikiLeaks no está compuesto por periodistas, no es convincente. WikiLeaks es un medio de comunicación y, como tal, está sometido a las normas de responsabilidad de publicación, al igual que todos los demás», aseguran desde RSF.

Tras condenar el acoso que se ha ejercido por parte de las autoridades a los colaboradores o informadores de WikiLeaks y el trato injusto infligido al soldado Bradley Manning, Reporteros, que viene años luchando para que se cumpla la legislación que protege las fuentes (la Ley Escudo), no duda en censurar la conducta contradictoria que adopta este portal al reivindicar la protección de las fuentes al mismo tiempo que reniega de su calidad de medio de comunicación «por puro oportunismo». La «imprudencia» que, según RSF, ha cometido en este caso no sólo pone en peligro sus propias fuentes, sino el futuro de internet como soporte informativo y, por esta razón, Julliard concluye su carta pidiendo al portal que rinda cuentas y que no vuelva a cometer los mismos errores, algo que, en su opinión, conlleva «empezar de cero».

Los reproches lanzados desde Reporteros Sin Fronteras se han producido poco después de que la organización que lidera Julian Assange anunciara una nueva filtración de otros 15.000 documentos reservados sobre la guerra de Afganistán. Por otro lado, WikiLeaks ya ha reaccionado ante las críticas de RSF y en su cuenta oficial de Twitter ha calificado de «idiotas» sus declaraciones.