Alicia Richart: «España cuenta con la mejor materia prima para avanzar en su transformación digital»

En esta muy difícil situación que estamos viviendo hemos podido comprobar la importancia de la tecnología y de estar conectados . La dos palabras mas utilizadas en estos años «Transformación digital» hoy son ya una necesidad absoluta y muchas empresas han tenido que comprobar sea culturalmente que prácticamente sus estados de preparación tecnológica, ¿cuáles son los problemas que están encontrando las empresas? ¿cuál es el nivel real de digitalización?

España cuenta con la mejor materia prima para avanzar en su transformación digital. Las infraestructuras de telecomunicaciones son las mejores de Europa, como estamos comprobando durante este crisis, donde las robustez de las comunicaciones está posibilitando que muchas empresas puedan seguir con su actividad. También estamos viendo que la digitalización incumbe trasversalmente a todo tipo de empresas, sectores y administraciones. Es fundamental que las empresas cuenten con las herramientas adecuadas y el soporte para implantar una progresiva digitalización en sus procesos.

Hemos visto estos días como se ha garantizado el sostenimiento de la actividad económica y que muchas empresas e industrias, a pesar de las restricciones en la movilidad, puedan seguir prestando sus servicios con una cierta normalidad. Las empresas tecnológicas están haciendo todo lo posible para garantizar la continuidad de actividades fundamentales, en hospitales, banca, medios de comunicación, eléctricas, etc. Activando planes de contingencia, trasladando equipos a teletrabajar, poniendo en marcha VPN para garantizar la seguridad…

Las empresas aseguran que la tecnología, en casos de emergencia como la que estamos viviendo , es una necesidad y una gran oportunidad para ser más eficientes, ¿piensas que para las empresas esta experiencia significará un antes y un después?

Hay quien ya afirma que esta pandemia ha hecho más por la digitalización que ninguna campaña en los últimos 5-8 años. Es de esperar que asuntos que hasta hoy eran vistos con recelo, como el teletrabajo, o las conexiones en remoto, se conviertan en algo habitual para las empresas. Hay que aprovechar que este tsunami de trabajo desde casa sirva para cambiar la cultura de las compañías para siempre.

La capacidad de conexión del 5G, la velocidad de las interacciones digitales, el internet de las cosas o, por ejemplo, la actual experiencia de teletrabajo que está permitiendo seguir en muchas actividades empresariales, ¿podrían ser un elemento importante de la recuperación?

Todos aquellos sectores que están siendo afectados negativamente por la pandemia están en este momento preocupados por la incertidumbre de cuál va a ser el escenario dentro de seis meses. Y más preocupados por la gestión de la liquidez en un periodo con una caída dramática de ingresos.

En cualquier caso, es evidente que esta crisis va a acelerar el desenlace de aquellas empresas que ya tenían problemas en un ciclo económico expansivo. Igualmente está por ver si de todo esto no se producen cambios en patrones de conducta a sectores como el turismo, el retail, o la movilidad o todo aquello relacionado con las grandes concentraciones de personas, eventos deportivos, manifestaciones, conciertos y demás

Al igual que la tecnología se ha revelado como fundamental en el tratamiento y abordaje de la pandemia (solo hay que mirar al Corea del Sur), también sabemos que será fundamental para responder a los nuevos modelos de negocio actuales y para ello la conectividad, la inteligencia artificial, el tratamiento del big data, la capacidad predictiva van a ser muy necesarios.

En algunas partes del mundo estamos viendo que la tecnología y la conectividad está ayudando por ejemplo en esta terrible crisis sanitarias, ¿es la tecnología una herramienta para prevenir futuras y análogas situaciones?

Los ejemplos de éxito que estamos conociendo así lo indican, así como las diferentes iniciativas que se están desarrollando tanto de «apps» como de análisis de datos.

Cabe destacar el alto coste que para Europa representa su atraso digital, sobre todo en Inteligencia Artificial (IA), respecto a los países asiáticos que han mostrado diligencia y efectividad: China, Singapur, Taiwán, Corea del Sur. En todos ellos el data, la trazabilidad y control digital de los contagios ha sido fundamental para superar y erradicar el problema.

Durante estos días hemos visto como las empresas tecnológicas ponían su propia actividad al servicio del sistema sanitario y tratamiento de la pandemia: en usos como la telemedicina, que está ayudando a aliviar en la medida de lo posible los servicios de salud; las aplicaciones, como la desarrollada por la Comunidad de Madrid y en la que ha participado uno de nuestros socios, que permiten a los ciudadanos una autoevaluación sobre el virus; o la información -sin datos personales- que están aportando las empresas de telefonía sobre los movimientos de la población para conocer la efectividad de las medidas de confinamiento, pasando por cómo los superordenadores están acelerando las investigaciones para tener lo antes posible una vacuna contra el coronavirus.

La tecnología y el análisis de datos son y serán fundamentales. Hay que apostar por la tecnología y las enormes oportunidades que nos ofrece para anticiparnos a este tipo de amenazas, para tomar las decisiones adecuadas. Hay que compartir la información y hacerlo de manera ágil y eficaz y eso está ya a nuestro alcance. Hay que sentar las bases de un sistema global de bigdata que nos permita como humanidad enfrentarnos a estos virus con otra mirada, compartiendo conocimiento. Estamos ante retos sin precedentes que exigen respuestas sin precedentes.

Se está hablando de identidad digital es decir nano tecnología implantada en el cuerpo que pueda ofrecer informaciones sobre la salud de cada uno en tiempo real , informaciones, por ejemplo, que en esta pandemia hubieran ayudado mucho ... ¿si se llegase a esto donde estaría el limite entre la transparencia y el derecho a la privacidad?

Hay un largo camino hasta llegar a situaciones como la que describes. Lo que está claro es que la identidad digital será una herramienta muy útil no solo para la salud, sino para muchos aspectos en la relación de los ciudadanos con sus gobiernos, y que la regulación de los derechos fundamentales de privacidad y tratamiento de datos como la que tenemos en Europa garantiza un uso transparente de estas tecnologías.