Otro ataque contra EE.UU. roba información «sensible» de personal militar y de inteligencia

La semana pasada, EE.UU. anunció que había descubierto una agresión contra la base de datos de la Oficina de Gestión de Personal, que afectó a información de 4,2 millones de funcionarios, de los cuales 1,5 dependían de Defensa. Entonces se aseguró que el ataque no había robado datos especialmente sensibles para la seguridad. Ahora, la Casa Blanca desvela que las investigaciones llevadas a cabo por el FBI han descubierto que hubo un segundo ataque y este sí que tuvo acceso a información comprometedora.

Washington no ha acusado directamente a China de estar detrás de esas operaciones cibernéticas, pero ha dado a entender que tiene evidencias de que Pekín es el responsable. La Casa Blanca no ha descartado utilizar la orden ejecutiva firmada por Barack Obama en abril para aplicar sanciones contra quienes estén detrás de esas agresiones. Esa orden ya permitió a Obama sancionar a varios mandos militares chinos que se estima que están a cargo de una unidad del Ejército Popular dedicada a esas incursiones cibernéticas.

En el nuevo ataque los «hackers» se hicieron con un tipo de documento llamado «Standard Form 86», en el que los funcionarios que esperan recibir la autorización para poder acceder de modo regular a información confidencial deben aportar comprometedores datos personales. En concreto, deben informar sobre pasados problemas con alcohol o drogas, enfermedades y dificultades financieras, así como aportar una lista de familiares y conocidos que les avalan como personas aptas para esa autorización.

La Casa Blanca estima que esa información puede ser utilizada para chantajear a funcionarios colocados en posiciones estratégicas, cuyos servicios de espionaje China podría obtener ante la amenaza de que cierta información personal pueda ser revelada.

La Oficina de Gestión de Personal de la Administración estadounidense ya sufrió un ataque cibernético marzo de 2014, también atribuido extraoficialmente a China y que igualmente afectó a datos de funcionarios que estaban solicitando ser declarados aptos para acceder a niveles especiales de información.

Además, «hackers» rusos , presumiblemente vinculados al Kremlin, se infiltraron a finales de 2014 en el sistema informático de la Casa Blanca y obtuvieron correos electrónicos de Obama. La infiltración, que al parecer no pudo acceder directamente a la cuenta del presidente ni a material clasificado, también se produjo en el sistema informático del Departamento de Estado. Igualmente el Pentágono ha denunciado ataques de hackers rusos.