El curioso origen del espiritismo

Según desvela Luis Alfonso Gámez en su blog «Magonia », todo comenzó el 30 de marzo de 1848, cuando unos extraños ruidos molestaron durante la noche al herrero John Fox, su esposa Margaret y sus hijas pequeñas, Kate y Maggie, impidiéndoles dormir. Entre otras cosas, escucharon golpes en las puertas, pasos en la despensa o en las escaleras de la vivienda. Al no encontrar una explicación para ello, Margaret Fox concluyó que la casa debía de estar encantada .

La noche siguiente, el fenómeno se repitió. Esta vez las niñas trataron de establecer una comunicación con el ente que provocaba los ruidos. Comenzaron a dar palmadas y le pidieron que imitara sus sonidos. Maggie y Kate dieron varios golpes y el presunto espíritu los repitió. En medio del estupor, Kate dijo: «¡Oh, mamá! Sé lo que pasa. Mañana es el April Fools Day y alguien intenta tomarnos el pelo».

Margaret Fox no creyó a su hija de 11 años y se le ocurrió un modo de probar el origen de los golpes. Tras formular varias cuestiones que obtuvieron la respuesta adecuada, preguntó si estaba hablando con un espíritu. Dos golpes dieron una respuesta afirmativa a su pregunta.

Poco después, los Fox idearon un sencillo sistema de comunicación: tres golpes significaban sí; uno, no. Más tarde, uno de los hijos mayores, David, ideó un método que permitía a los espíritus construir frases: recitaba el alfabeto y pedía que se señalara con un golpe la letra apropiada. De esta forma, desde el Más Allá indicaron a las pequeñas Kate y Maggie que debían ejercer de mediums, comunicando el mundo de los vivos con el de los muertos. Acababa de nacer el espiritismo.

A lo largo de su vida, las fundadoras del espiritismo ganaron grandes sumas de dinero y crearon escuela. Sin embargo, desde el principio hubo muchas sospechas de que se trataba de un engaño en el que las hermanas Fox se aprovechaban del dolor ajeno y del miedo a la muerte para timar a incautos.

El timo se confirmó en octubre de 1888, cuando en una conferencia pronunciada en la Academia de Música de Nueva York, Maggie Fox reconoció que todo había sido un fraude surgido de una broma con la que dos niñas habían querido burlarse de su madre. Sin embargo, más de un siglo y medio después de su nacimiento, el espiritismo sigue siendo un negocio que mueve millones a costa de la ingenuidad de la gente.