Probamos el HoverAir X1: un dron que te cabe en la palma de la mano y que cualquiera puede usar

El HoverAir X1 es sinónimo de portabilidad extrema y de sencillez de uso. Las hélices quedan cubiertas en la carcasa, por lo que quedan muy protegidas. Gracias a ello, no se deforman al meterlo en el bolsillo, y también hace que sea más difícil que se rompan en una caída.

La sencillez radica en que el dispositivo no necesita de un mando o un teléfono móvil para funcionar, ya que confía plenamente en la inteligencia artificial y el reconocimiento de objetos para volar. Si lo comparamos con un DJI Mini, que pesa 249 gramos, pero que luego necesita un mando que pesa casi el doble, la diferencia se nota.

El HoverAir X1 cuenta con solo dos botones, uno permite seleccionar diferentes modos de toma, incluyendo seguimiento y fotografía, y el otro es para iniciarlo y apagarlo, haciendo del que el dron sea sumamente práctico y fácil de usar. Es tan sencillo de lanzar, que nosotros en las prueba, ni siquiera nos parábamos en la bici para ponerlo a volar y hacer seguimiento. Para recogerlo es otra cosa, ya que tiene que 'ver' en la cámara inferior la palma de tu mano para aterrizar.

A pesar de las ventajas, el HoverAir X1 tiene limitaciones significativas debidas a su tamaño. La autonomía es corta, es menos de 10 minutos de vuelo, la cual se puede reducir bastante dependiendo del viento. Además, su altitud máxima es de solo 10 metros y su velocidad es baja, sobre todo para el seguimiento, que a partir de los 20 km/h deja de ser fiable.

El viento le afecta mucho, y no funciona nada bien en cuanto sopla un poco. En cuanto a la calidad de imagen, aunque ofrece resolución 2.7K, y el resultado es bastante bueno, no tiene nada que ver con los drones para fotografía que tienen mejores sensores y objetivos.

Aunque tenemos posibilidades de uso de HDR a 1080p, nosotros no hemos notado mucha diferencia comparada con la resolución máxima. El 'gadget' cuenta con todos los modos autónomos que nos pudiéramos imaginar, pero el más interesante es el de seguimiento que confía en una detección de obstáculos básica para esquivarlos.

Funciona relativamente bien, pero al solo detectar obstáculos en el frente, y girar lateralmente, puede chocar con suma facilidad, además, su rendimiento se ve afectado en condiciones de viento y baja luz. El dispositivo tampoco cuenta con almacenamiento externo, todo va en su memoria interna de 32GB, pero que es más que suficiente para un uso extenso.

En comparación con el DJI Mini 4 Pro, el HoverAir X1 se queda atrás en términos de características como la resolución, autonomía y capacidades de detección de obstáculos. Sin embargo, su precio es aproximadamente la mitad, unos 500 euros, lo que lo convierte en una opción más accesible para usuarios más casuales que quieren hacer un selfi rápido.

El HoverAir X1 también incluye funciones interesantes para los creadores de contenido, como la grabación de audio sincronizada desde un teléfono móvil, que elimina por completo el sonido del dron, y te permite grabarte como si contarás con un camarógrafo. También nos ha sorprendido la aplicación de Hover, es muy intuitiva, y ofrece opciones como la conexión Bluetooth y descarga de imágenes vía WiFi.

Este dron se dirige a un público completamente diferente que el resto de drones fotográficos del mercado, está enfocado en obtener variantes del selfi y seguimiento, con resultados de buena calidad y prácticamente sin esfuerzo. Se ha convertido en unas pocas semanas nuestra cámara favorita del arsenal, sobre todo, fuera de la ciudad, al aire libre, ya que aprietas dos botones y en un minuto, tienes un selfi creativo, y de buena calidad.