Un nuevo estudio revela que el uso de la IA podría acabar con 300 millones de empleos

La investigación del banco de inversión reveló, el pasado lunes, que los sistemas de IA como ChatGPT, que pueden crear un contenido indistinguible del realizado por los seres humanos, podrían provocar una 'perturbación significativa' del mercado laboral, o lo que es lo mismo, pondría en riesgo a alrededor de 300 millones de trabajadores a tiempo completo en las grandes economías, según Joseph Briggs y Devesh Kodnani, los autores del estudio.

En base a las informaciones suministradas en el estudio, titulado 'Los efectos potencialmente grandes de la inteligencia artificial en el crecimiento económico', aproximadamente dos tercios de los trabajos en los EE. UU. y Europa están expuestos a algún grado de automatización de IA.

En la investigación, los expertos revelaron que el 63% de las personas verían automatizada menos de la mitad de su carga de trabajo y probablemente continuarían con ellos. Además, el estudio reveló que el 30% de las personas, que realizan trabajos físicos o al aire libre, no se verían afectadas por este tipo de tecnologías, aunque su trabajo podría ser susceptible a otras formas de automatización. Sin embargo, alrededor del 7% de los trabajadores de Estados Unidos realizan trabajos en los que al menos la mitad de sus tareas podrían realizarse mediante IA, por lo que son vulnerables al reemplazo.

Noticia Relacionada

Una empresa despedirá a casi la mitad de su plantilla en España para sustituirla por Inteligencia Artificial

Jorge Herrero

La compañía 'Domestika', con sede en Estados Unidos, se encuentra en fase de negociación de un ERE con su filial española, en la que trabajan 198 personas

En ese sentido, Goldman Sachs dijo que su investigación apuntaba a un impacto similar en Europa, estimándose que la IA podría realizar alrededor de una quinta parte del trabajo, o alrededor de 300 millones de trabajos a tiempo completo, en las grandes economías.

Por último, cabe destacar que las estimaciones de Goldman se basan en un análisis de datos de EE. UU. y Europa sobre las tareas que normalmente se realizan en los diferentes trabajos, asumiendo que la IA sería capaz de realizar tareas como completar declaraciones de impuestos o documentar los resultados de la investigación de un crimen. Sin embargo, no previeron que se adoptara el uso de esta tecnología para tareas más delicadas, como emitir un fallo judicial, verificar el estado de un paciente en cuidados intensivos o estudiar las leyes fiscales internacionales.