La UE frena en seco el intento de Google de lanzar su propio ChatGPT por problemas de privacidad

Recientemente, Google se ha visto forzada a retrasar el lanzamiento de su máquina capaz de generar texto a demanda en territorio comunitario debido a las preocupaciones que genera la herramienta en materia de privacidad. La Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), país en el que Google tiene su sede en suelo comunitario, afirmó este martes, según recoge 'Politico', que el gigante tecnológico, hasta la fecha, no ha proporcionado información suficiente sobre cómo su herramienta de IA generativa protege la privacidad de los usuarios.

«Google informó recientemente a la Comisión de Protección de Datos de su intención de lanzar Bard en la UE esta semana», dijo el comisionado adjunto de la DPC Graham Doyle. El movimiento fue frenado en seco por el garante, ya que «no había recibido información detallada ni había visto una evaluación de impacto de la protección de datos ni ninguna documentación de respaldo hasta este momento«.

Google tiene prisa por llevar su chat inteligente a Europa y poder comenzar a competir con ChatGPT en suelo comunitario, toda vez que la UE es uno de los mercados más importantes para cualquier empresa tecnológica. El popular chat inteligente de OpenAI incluso cuenta ya con su propia versión en aplicación móvil, que lleva disponible para iPhone desde hace unas semanas.

En un comunicado, Google ha apuntado que quiere que la llegada de su solución a suelo comunitario se produzca «de manera responsable, después de comprometernos con expertos, reguladores y legisladores». La empresa remata afirmando que, »como parte de ese proceso , hemos estado hablando con los reguladores de privacidad para abordar sus preguntas y escuchar sus comentarios». Es decir, básicamente, lo mismo que los portavoces de la tecnológica explicaron a ABC hace unas semanas después de que la empresa compartiese, entre otras cosas, su nueva versión para esa mina de oro que es su buscador, y que promete transformar de forma radical la forma en la que los usuarios emplean internet.

Sea como fuere, Bard no es el único sistema que despierta dudas en las autoridades europeas. Varias agencias de protección de datos de la UE, entre ellas la española, están investigando el uso que ChatGPT hace de los datos del usuario. Italia, incluso, bloqueó la plataforma durante varias semanas.

Mientras tanto, en Bruselas se trabaja a gran velocidad para regular estos sistemas de inteligencia artificial lo antes posible. La Ley de IA, aprobada ayer por el Parlamento Europeo y que ahora está siendo debatida por la Comisión, podría convertirse en una realidad antes de que termine el presente 2023. En ella se establecen importantes obligaciones para las herramientas como ChatGPT y las empresas que están detrás de su desarrollo.

En concreto, las máquinas tienen que estar diseñadas para que no sea posible emplearlas con fines delictivos y deben marcar toda la información que produzcan como generada por inteligencia artificial. Las empresas también deben ser transparentes acerca del entrenamiento que han empleado en su desarrollo, especialmente en lo que se refiere al uso de contenido protegido por derechos de autor.