Invertir (en tecnología) en los tiempos del Covid-19

Con un panorama en constante cambio, la cuestión es qué tipo de inversiones se deben buscar y qué sectores son por los que debemos apostar. Por ejemplo, la tecnología ha sido una de las grandes beneficiadas de la crisis, las Big Tech han marcado máximos históricos en sus cotizaciones sumando cinco billones de euros en capitalización entre Amazon, Apple, Facebook, Microsoft y Alphabet , matriz de Google. Los que me siguen saben que desde el 2014 vengo recomendando sus acciones pero ni yo me esperaba la subida que han tenido en el 2020.

Pero no solo hay que apostar por las grandes tecnológicas. Como siempre, la mejor opción para invertir el capital sigue siendo la diversificación en diferentes activos para minimizar el riesgo en caso de que uno de ellos no funcione. Por ejemplo, en el fondo que tengo con Bankinter, llamado MVB, estamos invirtiendo en las nuevas grandes empresas tech del futuro con un énfasis en VCs de alto rendimiento de Silicon Valley. En general, invertir en fondos de capital de riesgo que se centran en nuevas empresas tecnológicas tiene aún más sentido durante la pandemia.

Esta crisis sanitaria que estamos viviendo ha sido devastadora para algunos sectores pero ha favorecido a muchos otros. Aparte del sector tecnológico, la revolución del Covid-19 trae oportunidades de inversión en otras áreas, como la de la salud o inclusive la del sector inmobiliario en el entorno rural . Por este motivo, en las inversiones de la era Covid-19 hay que ser muy selectivos y pensar si la actividad que la empresa realiza se beneficia o no del nuevo entorno.

La pregunta no es tanto si es un buen momento para invertir sino dónde hacerlo. La pandemia no solo cambió por completo la forma en la que nos comunicamos o trabajamos, también cómo cómo organizamos toda nuestra vida. Estas tendencias me han llevado a plantear lo que me gusta denominar las «Leyes del Covid-19» que determinan los sectores con mayores oportunidades en mitad de esta crisis.

La crisis sanitaria ha acelerado el mundo digital para convertir en realidad lo que de forma natural habría llevado años. Durante el confinamiento, hubo una digitalización diaria de la rutina de las personas como, por ejemplo, trabajar en remoto, buscar diferentes formas de entretenimiento en un dispositivo electrónico o socializar a través de videollamadas, y estuvimos conectados más tiempo que nunca.

Se puede decir que fue el gran triunfo de las pantallas. En concreto, en España el 86 % de los usuarios asegura que hizo un mayor uso de dispositivos con pantallas durante el confinamiento, un periodo de tiempo en el que pasaron un total de 14 horas al día mirando conectados, lo que supone un incremento de un 30 % diario respecto al mismo período del año anterior 1 . De estos hechos, aplicados al mundo de los negocios, podemos concluir que como he indicado antes, las tecnológicas son las grandes beneficiarias de esta crisis, ya que debido al Covid-19, todo lo que pueda ser digital, será digital, por lo que las empresas que estén ayudando a digitalizar cualquier negocio tradicional ofrecen grandes oportunidades de inversión actualmente.

Ayudado por la digitalización, otro de los sectores a tener en cuenta en las inversiones de los tiempos del Covid-19 es el que yo denomino «La economía del sofá», que abarca a aquellas empresas y servicios que satisfacen las necesidades de los usuarios sin que éstos tengan que moverse de su casa: compras online, entrenamiento físico, delivery...

Antes de esta crisis, las personas ya demandaban servicios que le hicieran la vida más fácil, como tener la opción recibir la compra semanal a domicilio o los servicios de comida a domicilio, pero el confinamiento originado por la pandemia ha acrecentado aún más esta demanda de servicios ya que el Covid-19 impidió a las personas a salir de casa.

Por ejemplo, según datos de Just Eat, los restaurantes que siguieron operando durante los meses del confinamiento aumentaron entre el 40% y 50% sus pedidos realizados a través del servicio a domicilio, esto hizo que muchos restaurantes que antes no tenían esta opción entre sus servicios la implantaran rápidamente para seguir funcionando.

Además, mientras que sectores como los de las salas de cine se están viendo duramente golpeados por esta crisis, Netflix captó casi 16 millones de nuevos suscriptores en plena pandemia del coronavirus . Sin duda, invertir en empresas que permitan a las personas hacer todo lo que hacían antes, pero moverse del sofá es una gran opción para invertir en la situación actual.

Otra de las consecuencias que ha tenido la pandemia y que genera una buena oportunidad para los negocios es la revalorización de lo rural. Ha habido un gran auge en este campo, ya que ya no se pueden disfrutar de la misma manera los atractivos de las grandes urbes a causa de la crisis sanitaria: espectáculos, restaurantes, museos, los viajes de negocios… y esto hace que las ciudades pierdan valor y se generan una serie de movimientos económicos.

A esto hay que sumarle el efecto del teletrabajo en el sector inmobiliario, según un estudio de Fotocasa el porcentaje de personas que teletrabajan en España se ha elevado del 6% al 26% durante la crisis del coronavirus.

Esto quiere decir que los españoles pasan más tiempo en casa y por ello ha aumentado el valor de la vivienda, lo que produce a la vez un decrecimiento del valor de las oficinas. Estos dos factores han originado una gran cambio en el sector de la inmobiliaria, ya que cada vez más empresas van a ofrecer esta nueva forma de trabajar sin pisar la oficina incluso de forma ininterrumpida.

Es lo que yo llamo «Teletrabajo Permanente», que da la opción a las personas a salir de la ciudad y poder realizar su trabajo desde un entorno más aislado. Es decir, lo urbano baja de valor y lo rural aumenta. Si te obligan a hacer una vida aislada de 50 metros cuadrados en una ciudad, puede que por el mismo precio puedas tener una vivienda mejor fuera de las grandes urbes. El Covid-19 ha traído para las inversiones inmobiliarias todo un gran cambio, los hoteles y despachos bajan de valor así como los pisos más urbanos. Es el momento de poner los ojos de nuevo en compañías que fomentan la vuelta al entorno rural.

La crisis sanitaria ha originado una nacionalización de los países y se podría decir que el 2020 es el año en el que muchas personas han redescubierto el lugar donde viven. Antes de esta situación, la tendencia era la globalización, pero el Covid-19 ha hecho que muchas personas no se hayan atrevido a cruzar las fronteras por miedo y han decidido viajar por su país.

Esto lo hemos podido ver este verano, que ha estado más marcado por un turismo familiar y en lugares de segunda residencia. Algo que ha tenido un gran impacto en la economía española ya que, según datos del INE, solo en julio España perdió casi ocho millones de viajeros respecto al mismo mes del año anterior , lo que supone un 65%.

La pandemia ha sido el catalizador más grande en contra de la globalización porque la gente ha empezado a vivir mucho más en su comunidad y a conocer su país. Y es algo que todavía se prolongará bastante tiempo. Desde un punto de negocio, las empresas deben aprender a atraer a ese «viajero nacional» y a su público local cambiando el enfoque para llenar hoteles y restaurantes pensando más en atraer a «sus vecinos».

Según datos de Booking, las reservas de alojamientos en España para el verano representaban el 45% del negocio total de la plataforma, pero ahora ha aumentado al 70%, por lo tanto ahora es mejor apostar por el turismo nacional más que por el internacional o de negocios.

Por supuesto, un sector a tener en cuenta a la hora de invertir ahora mismo es el de la salud. Hay un auge increíble de inversiones en la Health-Tech, la conocida como la tecnología de la salud, ya que todos nos hemos dado cuenta de lo grave que es cuando el sistema sanitario no funciona. La única cura que tenemos ahora mismo para la pandemia, hasta que se desarrolle la vacuna, es la misma que se podía haber utilizado hace 100 años : quedarse en casa y utilizar mascarilla.

Por ello, la necesidad de avanzar e innovar en sector de la salud ha hecho que tanto inversores privados como Gobiernos estén invirtiendo una cantidad increíble en el sector de la salud, lo que ha creado la oportunidad de que surjan nuevas empresas y se hayan valorizado muchas otras de este sector. Es un buen momento para invertir en temas de salud y en las herramientas para luchar contra el Covid-19, lo que a su vez puede favorecer que surjan descubrimientos colaterales positivos que ayuden a otras ramas de la medicina.

Además, no debemos olvidar que como sociedad atravesamos otros problemas a los que la tecnología puede ayudar mucho, como las dificultades para tener hijos. Probablemente esta crisis haga que mucha gente decida retrasar su deseo de ser padres, lo que les llevará a hacerse más mayores y a tener dificultades para concebir en el futuro. Sin duda, es otro terreno interesante a la hora de invertir.