La contratan para entrenar a una IA que la dejará sin trabajo en seis meses: «Es una pesadilla»
La joven perdió su empleo por culpa de esta tecnología y recibió una oferta de trabajo que «la dejó de piedra»
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Iniciar sesiónLa inteligencia artificial (IA)va poco a poco infiltrándose en el mundo laboral, y ya son muchos los trabajadores que ven comprometido su puesto. Ocurre en todos los ámbitos: abogados, ilustradores, ingenieros, programadores y, por supuesto, periodistas y creadores de contenido digital.
Es el ... caso de la usuaria de TikTok Emily Hanley, que ha subido un vídeo a la plataforma en el que explicaba cómo la IA le ha quitado el trabajo. Ella, explica, es una 'copywriter' (redactora de contenido) y trabajaba en una, empresa que le encargaba textos. Todo cambió con la irrupción de la IA.
«Mi empresa decidió sustituir mis habilidades por las de ChatGPT. Salía más barato que contratar a un trabajador humano«, asegura la usuaria en su TikTok viral. Hay que tener en cuenta que ChatGPT es en la práctica un procesador de texto, por lo que, entre otras capacidades, puede emular el trabajo de un escritor o 'copywriter'.
Después de su despido, Emily explica que se puso a buscar trabajo como loca. Necesitaba el dinero para pagar el alquiler, por lo que llamó a multitud de portales de empleo hasta que recibió una llamada que le trajo «perspectivas emocionantes». La oferta era de redactora autónoma, sin disfrutar de los privilegios de la empresa o de una paga por desempleo, pero «el salario de la oferta era digno», por lo que la aceptó.
Oferta de trabajo surrealista
No duró demasiado la alegría. La usuaria de TikTok explica que al enterarse de las intenciones de su nueva empresa se quedó de piedra. Pretendían contratarla como redactora durante seis meses para entrenar a una IA de creación de contenido, para luego volverla a despedir. Es decir, ayudar a programar a una máquina que, en adelante, le quitaría el trabajo.
A pesar de que este trabajo se trata en realidad de una bomba de relojería para ella y sus colegas de profesión, Emily explica que se vio obligada a aceptar, puesto que estaba «literalmente, vendiendo sus objetos de valor para poder pagar el alquiler».
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