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La alarma del caos zombi, el peligro y el castigo del pánico en Twitter
Las redes sociales pueden ser usadas para lanzar alarmas infundadas con graves consecuencias. Los infractores pueden acabar en la cárcel
La alarma del caos zombi, el peligro y el castigo del pánico en Twitter
Adriana Bombín, experta de la agencia de marketing digital LBi\bigmouthmedia , explica que siempre debe haber un lugar de referencia donde la información sea ampliada y actualizada constantemente. «El primer tuit de aviso debe enlazar ya a ese punto para que no se pierda en retuiteos», apunta junto con el equipo de social media de la agencia. Un error en el que incurrió la Universidad de Illinois.
Alarmas infundadas
Si el mensaje de alarma es falso, la ventaja de las redes sociales está sobre todo en la posibilidad de responder a la demanda de información. Además, según explican desde LBi\bigmouthmedia, se debe ofrecer información detallada y continua, y contar con una serie de cuentas influyentes de referencia que apoyen el mensaje para apagar el bulo, también llamado «hoax».
El Código Penal español establece una pena de prisión de seis meses a un año , o multa de 12 a 24 meses, para los que, con la finalidad de atentar contra la paz pública, afirmen falsamente la existencia de explosivos o de sustancias químicas, biológicas o tóxicas que puedan causar daño a la salud. Independientemente del medio empleado, incluido las redes sociales.
«Hay quien actúa por mala fe y hay gente desinformada»
Paloma Llaneza, abogada especializada en internet, matiza según el grado de culpabilidad. «Hay personas que actúan llevadas por la mala fe y hay gente imprudente y desinformada. No es lo mismo que alguien de buena fe pero mal informado tuitee un contenido y cause pánico que se lancen rumores con la finalidad de aprovecharse».
Reparación
«Se puede causar daño a propósito o por simple negligencia, por un error. Cabría reclamar una reparación si se demuestra que concurre alguno de ellos, si no hay otras causas, y que se ha dado un daño cuantificable», explica la abogada Paloma Llaneza.
Llaneza se lamenta que en demasiadas ocasiones se tiende a olvidar que Twitter no es un medio de comunicación , sino una red social en la que cada uno se hace responsable de lo que dice. «Quien espere que haya dos fuentes contrastables detrás de cada tuit, que la información sea veraz o que se ejerza una intermediación como la que efectúa un periodista se está equivocando. Twitter es un lugar de encuentro en el que decido a quién sigo y si confío en la información que me facilita una persona, bien por su trayectoria o por mi candidez».
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