Steve Jobs podría seguir vivo si no hubiera retrasado la cirugía para trata su cáncer de páncreas, como asegura su biógrafo Walter Isaacson. "Me dijo que no quería que abrieran su cuerpo. Básicamente pensaba que, si queremos que algo no exista, puede haber un ... pensamiento mágico que lo elimine ", contó Isaacson, exeditor de la revista Time y exdirector general de CNN.
Mientras tanto, Jobs acudió a espirtistas, experimentó sin éxito con una dieta macrobiótica, hasta que "finalmente comprendió que tenía que operarse pronto", aseguró Isaacson en una entrevista en el programa de la CBS "60 Minutes". El fundador de Apple era un reconocido seguidor de corrientes espirituales.
Jobs decidió operarse finalmente en 2004, nueve meses después de ser diagnosticado, cuando todo su entorno le animó a hacerlo. "Es de suponer que era demasiado tarde porque cuando le operaron, los cirujanos señalaron que el cáncer se había extendido demasiado". Jobs falleció siete años después, el pasado 6 de octubre, a pesar de que la media de supervivencia de un cáncer de páncreas son cinco años.
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