El Papa dice que el sida «no se puede controlar» con el preservativo

El Papa dice que el sida «no se puede controlar» con el preservativo

El Papa ha afirmado a bordo del avión que le lleva a Yaundé que el sida «no se puede controlar» mediante el uso del preservativo. África ocupaba ayer el centro de las miradas y de las plegarias en el Vaticano durante las últimas horas previas ... a la salida del Papa hacia Camerún y Angola en la mañana de hoy desde el aeropuerto romano de Fiumicino. Benedicto XVI ha preparado este viaje con una ilusión superior a cualquiera de los anteriores, pues va a sumergirse por primera vez en el calor humano de África y va a llevar el afecto de padre al continente más atribulado.

Vista desde Roma, la Iglesia universal tiene un aspecto diferente al geográfico o al demográfico. Los países que ocupan el primer lugar en el pensamiento y en el corazón son aquellos en que está habiendo mártires, como sucede en la India o en Irak, o donde la persecución contra los cristianos se hace más fuerte, como está sucediendo en China desde hace cuatro meses.

En su encuentro con los fieles el pasado domingo, Benedicto XVI encomendó a San José, cuya fiesta se celebrará el jueves, su inminente viaje «y todos los pueblos de África, con los desafíos que los caracterizan y las esperanzas que los animan».

El Papa añadió que «en particular, pienso en las víctimas del hambre, de las enfermedades, de las injusticias, de los conflictos fratricidas y de toda forma de violencia que, por desgracia, continúa golpeando a los adultos y a los niños, sin perdonar tampoco a misioneros, sacerdotes, religiosos, religiosas y voluntarios». Era una frase fuerte y dolorosa, pero subrayaba que este viaje es absolutamente distinto a los realizados a Polonia o a España, a Brasil o a Estados Unidos, países prósperos y normales. Y el riesgo físico para el Papa, representado esta vez por el calor y las malas condiciones de salubridad, es superior al que corrió en Turquía, cuando la amenaza era el terrorismo.

También en chino

Ayer en el Vaticano se vivió una jornada verdaderamente católica, una palabra que significa universal, pues mientras el Papa preparaba sus maletas para África, la Oficina de Prensa anunciaba que a partir del jueves, fiesta de San José, la pagina web de la Santa Sede incorporará un octavo idioma, el chino, para llevar el mensaje del Santo Padre a una iglesia que sufre graves dificultades.

Al mismo tiempo, Benedicto XVI anunció la celebración de un «Año sacerdotal» en todo el mundo desde junio de 2009 a junio de 2010, bajo la protección del santo cura de Ars, Juan Bautista María Vianney, para profundizar en la calidad y la fidelidad de los sacerdotes. Otro reflejo de la «catolicidad» es el haber encargado escribir las meditaciones del Vía Crucis del próximo Viernes Santo en el Coliseo a un obispo de la India, una Iglesia mártir en los últimos meses, como lo es la de Sudán o el año pasado lo fue la de Nigeria.

África es el continente en que la Iglesia católica ha crecido con mayor rapidez en el siglo XX, pasando de algo menos de dos millones de fieles en 1900 a unos 140 millones en 2000. Los sacerdotes africanos ayudan ya en centenares de diócesis de Estados Unidos y de Europa, incluida la diócesis de Roma, donde su presencia es numerosa.

Si los viajes de Benedicto XVI a Brasil y Estados Unidos sirvieron para recordar que más de la mitad de los católicos del mundo viven en América y que el grupo más numeroso, con gran diferencia, habla español, el viaje a África subraya la importancia creciente del hemisferio Sur. En estos momentos, dos tercios de los católicos viven en el hemisferio Sur, y la proporción superará los tres cuartos hacia la mitad del siglo XXI. El sueño de un Papa latinoamericano o de un Papa africano, que fascinaba a Juan Pablo II, podría estar a la vuelta de la esquina. Cuando Barack Obama visite al Papa el próximo mes de julio, el potencial del continente africano saltará de nuevo a la vista.

El Papa ha elegido Camerún como primera etapa de su viaje porque ese curioso país del Golfo de Guinea con herencia alemana, dos lenguas oficiales -inglés y francés-, y con tres religiones -catolicismo, Islam y animismo a partes iguales-, es una especia de «África en miniatura», con todas sus riquezas y miserias.

En su discurso de llegada al aeropuerto de Yaundé, Benedicto XVI encuadrará el objetivo de su viaje y abordará tanto los problemas como las esperanzas de África. La jornada del miércoles estará dedicada a los evangelizadores -obispos, sacerdotes, religiosos, misioneros, etc- como prólogo al mensaje central que tendrá lugar el jueves.

Visitará a los enfermos

Aparte de reunirse con los líderes musulmanes y de presentar el documento de trabajo del Sínodo de África, que tendrá lugar el próximo mes de octubre en Roma, el Papa visitará un hospital de Yaundé en el que hay enfermos de sida, de lepra y de otras enfermedades de las que ya nadie se acuerda en Europa.

Esa visita a los más débiles forma parte del mensaje del Papa y del mensaje central del cristianismo desde que Jesús caminaba por la Palestina romana curando a los enfermos que salían a su paso y explicando el deber de la fraternidad con los desconocidos mediante la parábola del buen samaritano. La etapa de Angola, a partir del viernes, incluirá un mensaje a los políticos del continente y dos encuentros multitudinarios: uno con jóvenes y otro con medio millón de fieles en la misa del domingo.

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