«Estoy inquieta por mi bebé, que nacerá en pocas semanas»
Amara es profesora y está embarazada de ocho meses. El curso comienza con una nueva preocupación para las profesoras embarazadas, ya que son población de riesgo ante la gripe A. Muchas de ellas intentan protegerse con bajas médicas, otras como Amara viven con la incertidumbre de qué será de sus hijos
«Mi medio es el ente escolar, un verdadero caldo de cultivo para la gripe A, que no será suficientemente protegido porque han sido excluidos de la vacunación la población infantil y los docentes», afirma Amara, profesora en un centro de Educación Infantil y Primaria ... de la Comunidad de Madrid, que se encuentra en el octavo mes de gestación de su segundo hijo y se muestra cuando menos preocupada ante el riesgo de contraer la gripe A y de no saber las consecuencias que la infección podría tener tanto para las madres como para los vástagos que esperan.
Las mujeres embarazadas se encuentran entre la población de riesgo frente a la gripe A, ya que el virus H1N1 podría tener consecuencias serias debido a su especial situación. Por esta razón, el sindicato de profesores ANPE ha propuesto que se conceda a las profesoras gestantes un permiso especial para alejarlas de un ámbito en el que el contagio es más fácil. El sindicato apoya su petición en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Sin embargo, por el momento esta petición no ha sido atendida y, con el comienzo del curso, las docentes embarazadas han debido incorporarse a su trabajo.
Amara tiene su plaza docente en un colegio público de la ciudad dormitorio de Rivas Vaciamadrid, el Este de la capital, aunque ahora le ha sido concedida una comisión sindical y realiza una actividad más amplia que la puramente docente. «Cada semana -afirma- debo visitar unos 40 centros para velar por su correcto funcionamiento y comprobar «in situ» si existen problemas. Para ello, debo estar hasta en los recreos».
Ante «la falta de respuesta a la petición de su sindicato y debido la ausencia de una información precisa sobre lo que deben hacer, las profesoras gestantes están desconcertadas», afirma la joven docente, al tiempo que confiesa que más que de miedo es presa de incertidumbre por lo extrañode la situación. «Estoy inquieta por mi bebé, que nacerá dentro de un mes», asegura. Pero también se muestra preocupada por sus compañeras que acaban de quedarse embarazadas. «A mí me faltan pocas semanas, pero otras muchas deben estar todo el curso con la duda de qué será de ellas y de los niños que esperan».
Según Amara, muchas profesoras han optado por pedir la baja médica para evitar un eventual contagio, porque «la alarma -comenta- está por saltar y hasta ahora sólo se han aplicado medidas higiénicas». No obstante y «aunque vamos con retraso», confía en que «se esté actuando bien».
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