Casas
Elegante y versátil: así es el piso de lujo del siglo XIX recién reformado con vistas al Palacio Real
Raquel Chamorro, interiorista y experta en arte, ha sido la artífice del proyecto
Hall recibidor del piso de lujo
Sin un cliente fijo al que adaptarse, de un estilo completamente obsoleto y con una distribución totalmente disfuncional. Así se presentaba el piso de poco más de 100 metros cuadrados al que Raquel Chamorro, interiorista y diseñadora de espacios, se enfrentaba junto a su ... equipo. Aún así, el piso señorial del siglo XIX contaba con un gran potencial que, en las manos adecuadas, tan solo debía ser explotado. Situado frente al Palacio Real de Madrid y provisto de grandes ventanales, la experta creó un diseño versátil y elegante para el que sería su adquisidor: un cliente internacional y de alto poder adquisitivo, que iría cambiando ya que el espacio tan solo está disponible para alquilar.
Hall recibidor del piso de lujo
«Para mí, el espacio estrella del piso esel hall», explica la diseñadora y experta en arte. La entrada a la vivienda da las claves del estilo que seguirá todo el espacio: el uso del latón, los tonos y detalles en colores dorados y negros y la fusión de distintas épocas en el piso que, aún así, mantiene un aspecto actual y moderno. Así, la diseñadora consigue uno de sus objetivos fundamentales: evitar el «efecto parchís». «Todo debe tener una unidad estructural y cromática», señala la experta.
Con esta misma intención: mantener una armonía y continuidad en las formas y el estilo, Chamorro decidió repetir el arco bipartito de medio punto de la entrada del salón en el despacho, que además de dar personalidad a un espacio que debe ser versátil —ya que no tendrá un residente fijo— es fruto de un contratiempo que surgió en plena reforma del espacio. Al tirar un tabique para abrir las estancias y potenciar la luz natural, la profesional se topó con algo que no estaba previsto: un pilar. Buscando reducir el tiempo de reforma, que no sobrepasó los cuatro meses, este último hizo de punto de apoyo, dando lugar a la forma que, posteriormente, se repite en la librería del despacho.
Finalmente, para Raquel Chamorro, el uso de la madera oscura y los distintos materiales convergen en una sola palabra: elegancia. Aún así, queda pendiente un pequeño espacio que, para la diseñadora, puede ser clave para aumentar el valor del piso. Aún sin reformar y como futuro proyecto en ciernes queda el desván, un área que para ella es un error desaprovechar como almacén. «Es un lugar perfecto para hacer un vestidor», señala la profesional que ha creado un espacio en perfecta consonancia con su entorno: elegante y repleto de motivos artísticos.
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