Micropigmentación capilar: otra solución para la calvicie masculina

La micropigmentación es una técnica estética que permite resaltar o embellecer algunos rasgos de forma temporal a través de la implantación de pigmentos en la piel. Es una especie de tatuaje temporal. Tradicionalmente se ha utilizado con fines estéticos en el rostro para perfilar los labios o definir la forma de las cejas. Pero también se usa con fines médicos, para corregir imperfecciones producidas por enfermedades, operaciones o accidentes. En el campo de la oncología, se usa a menudo para recuperar el aspecto original de las areolas tras una masectomía. Además, ahora la micropigmentación también se puede utilizar como una alternativa para hacer frente a la alopecia.

Mónica Aránguez, técnico en micropigmentación, con un centro de referencia en Madrid que lleva su nombre, explica que «la micropigmentación capilar es ideal para las personas que no son aptas para los injertos ya sea, por ejemplo, porque el grado de alopecia es muy avanzado o porque la zona donante del paciente no llega a cubrir al completo el área sin pelo. La micropigmentación capilar es perfecta para dar un efecto rapado y conseguir una imagen más rejuvenecida». Sin embargo, la experta advierte de que «si hay mucha densidad de pelo al lado de la zona donde se vaya a pigmentar va a haber un escalón de color y de volumen que quedaría totalmente irreal. Se aconseja en coronilla, pero solo si alrededor no existe demasiada densidad. En las entradas se desaconseja hacerlo porque no hay nada que le cubra y no quedaría natural».

La micropigmentación capilar es una técnica poco molesta que consiste «en la simulación del folículo del cabello de manera realista mediante la aplicación de pigmentos en la dermis. Se realiza con una máquina y su técnica es a través del puntillismo, simulando el efecto rapado, o el crecimiento del pelo pasando un par de días», comenta Mónica Aránguez. Aunque depende del área a pigmentar y de la técnica, en general, se necesitarán una media de 2 a 4 sesiones.

La experta añade que se pueden conseguir dos efectos: rapado y densidad. En el primero, «por elección o por necesidad, el efecto del pelo rapado permite apreciar de una manera natural y práctica el procedimiento de micropigmentación capilar. Mientras que «el efecto densidad permite crear una cobertura incluso en el caso de que el cabello se mantenga a longitudes importantes. Se va a buscar con este efecto disimular la falta de cabello sin necesidad de cortarlo al ras o llevarlo totalmente rapado».

Escoger el pigmento adecuado es fundamental para conseguir un efecto real, por eso hay que ponerse en manos de un reconocido profesional, para realizarse esta técnica.

Como hemos dicho es una técnica temporal, y la duración del efecto va a depender tanto de los cuidados, como del sistema inmune de cada persona. En cuanto a los cuidados, Mónica Aránguez recomienda «los primeros días tener cuidado con el agua, no mojar la zona en exceso y preferiblemente no tener una gran exposición solar. A largo plazo se debería seguir protegiendo la zona del sol, con protección solar o una gorra, para que el efecto dure más tiempo, ya que los rayos desgastan siempre los colores».

Respecto al precio de esta técnica, depende de la extensión de la zona pero en Mónica Aránguez Centro de Micropigmentación se sitúa entre 1.500 y 2.500 euros.