Esto es todo lo que debes saber sobre el injerto capilar

Aunque se trata de una técnica con buenos resultados, antes de nada es necesario conocer qué tipo de alopecia sufre el paciente. El doctor Carlos Portihna , Chief Clinical Officer del Grupo Insparya, explica que «el trasplante capilar es la mejor opción para casos de alopecia androgénica , la más habitual entre los hombres. Funciona también en alopecias cicatriciales, pero está contraindicado en alopecia areata al tener causas autoinmunes».

El mejor candidato a un injerto capilar es, según el doctor, «el paciente cuya alopecia se haya estabilizado , al margen de la edad». Los pacientes más frecuentes suelen tener entre 30 y 50 años, pero el injerto capilar se puede realizar antes de esa edad y también después con plenas garantías. Uno de los requisitos indispensables para asegurar el éxito de esta intervención es disponer de una buena zona donante . Para ello, el primer paso es que un médico experto en tricología haga un análisis exhaustivo evaluando el cuero cabelludo del paciente, a nivel macro y microscópico, así como diversas pruebas. «Las analísticas previas que valoren diferentes factores hormonales, serológicos, de coagulación, entre otros, nos van a servir para descartar cualquier patología secundaria que esté causando esta pérdida capilar. También nos aportará una información muy valiosa que sirve para evaluar y prevenir cualquier tipo de riesgo durante y después de la cirugía», comenta el doctor Alejandro García , de Hospital Capilar.

Básicamente, el injerto capilar consiste en extraer folículos resistentes a la caída (del propio cuero cabelludo del paciente) para trasplantarlos en el área que ha sufrido la pérdida del cabello, normalmente la coronilla y la parte frontal de la cabeza. En el caso de hombres completamente calvos, se puede valorar usar vello de otras zonas del cuerpo.

Tradicionalmente, el trasplante capilar se ha hecho a través de dos técnicas: FUSS y FUE . En la primera se extraía una tira de cuero cabelludo de la zona donante y se cortaba en pequeños trozos de donde se obtenían los injertos que se implantaban en la zona receptora. Sin embargo, actualmente esta modalidad ha quedado en desuso, y en la mayoría de centros médicos apuestan por la FUE ( Follicular Unit Extraction ), al ser menos agresiva, dejar menos cicatrices y tener mejores resultados. En este caso, «se extraen las unidades foliculares una a una, sin necesidad de cortes ni tiras. Posteriormente se insertan en las microincisiones, que se realizan siguiendo la angulación, dirección y profundidad propias de cada región de la zona receptora. Los resultados estéticos son mucho más naturales en comparación con la FUSS», explica el doctor García. Por su parte, el doctor Portinha añade que «la técnica FUE es prácticamente indolora . Es la técnica que ha demostrado mejores resultados con una mejor cicatrización. Es una de las causas por las que ha prevalecido en el tiempo durante los últimos años».

La operación, que se divide en las fases de extracción, descanso e implantación, puede durar entre seis y ocho horas , en función del número de unidades foliculares que se deben implantar, el tipo de cabello y cuero cabelludo del paciente o la cantidad de sangrado por las incisiones que se deben realizar. Al tratarse de una intervención, aunque ambulatoria, es esencial que se realice en una clínica que cuente con todas las garantías sanitarias para el paciente.

Si bien no es necesario cogerse la baja para realizarse un injerto capilar, sí es recomendable contar con unos días de descanso posteriormente. El doctor García recomienda que «el paciente disponga de 10 días libres , ya que es el periodo más tedioso, en el que se tienen que llevar a cabo una serie de recomendaciones postoperatorias. Puede haber picores, molestias y van apareciendo pequeñas costras en la zona de las incisiones, por lo que estar relajados puede ser de gran ayuda».

Los riesgos de esta intervención son mínimos, según los expertos, pero sí es fundamental ponerse en manos de un equipo profesional. Al tratarse de una cirugía, recuerdan, siempre hay un riesgo de infección o de reacciones adversas . De ahí la importancia de que los médicos realicen un seguimiento adecuado y el paciente atienda también a las recomendaciones postrasplante. Cuidar correctamente tanto la zona implantada como la zona donante, ayuda a acelerar la recuperación.

Es importante, por otra parte, saber que los resultados del injerto capilar no son inmediatos , porque el cuero cabelludo entra en una fase de recuperación. Aunque dependen de cada paciente, en cuatro o seis meses empiezan a ser visibles y los definitivos se verán a partir del año o «incluso los 18 meses , en el caso de la coronilla», puntualiza el doctor Portihna. A la pregunta de si el trasplante capilar es para siempre, los expertos responden que «es la solución definitiva para la alopecia». Lógicamente el cabello que no ha sido trasplantando se puede seguir cayendo, así que es importante cuidarlo con champús adecuados y tratamientos médicos orales anticaída, así como otras técnicas estéticas como la mesoterapia, el láser de baja frecuencia, o el Plasma Rico en Plaquetas.

El trasplante capilar tiene un coste que varía en función de las unidades foliculares necesarias, ya que no es lo mismo cubrir la coronilla que las entradas o la parte frontal. Tras la valoración médica, la clínica ofrece un presupuesto personalizado, pero, en líneas generales, puede oscilar en los 4.000 euros .