Los supermercados en Marrakech se quedan sin ayuda: «La leche se está acabando»

En total cada uno nos gastamos unos 2.000 dirhams -183 euros-», cuenta a ABC Yasmin, una joven estudiante que colabora con una pequeña asociación Marock Jeunese.

Las estanterías de las tiendas están vacías. En el Carrefour cerca de los Jardines de la Parlemerai, las secciones de lácteos está totalmente desiertas. «Esperamos que esta tarde nos lleguen más productos», comenta Salma, encargada de la tienda.

La respuesta de la sociedad civil a la catástrofe humanitaria que ha provocado el seísmo del pasado viernes ha sido rápida y multitudinaria. Todos, desde los más mayores hasta los jóvenes, y sobre todo ellos, son los que están liderando esta respuesta humanitaria. «Hay gente que no llega a fin de mes y aún así está gastando su dinero. Es increíble», señala Nourddine, un vecino de Marrakech.

Esta respuesta multitudinaria se ve en la carretera de Marrakech que lleva hacia los pueblos del sur como Asni, donde el tránsito de coches y furgonetas hasta los topes de productos es constante. El objetivo es llegar a los lugares donde los supervivientes están montando campamentos, ya que muchos han perdido todo y no tienen ni una manta con la que taparse por la noche. El país enfrenta un enorme desafío de reconstrucción, pero la tarea inmediata y más urgente es llegar a las personas aisladas por el desastre.

Los marroquíes están gastando de sus propios bolsillos una ayuda que, se quejan, «debería de llegar del Gobierno, pero no confiamos. Hay que ayudar a nuestros hermanos».

El Gobierno marroquí está intentando defender su respuesta al terremoto y ayer anunció que todos aquellos que hayan perdido su casa serán indemnizados. Sin embargo, el enfado es palpable en esta gente que lo ha perdido todo. Algunos, los que viven en lugares de más difícil acceso, han tenido que esperar tres días para que la ayuda llegara y han sido ellos mismos los que han quitado los escombros para encontrar a sus seres queridos y poder enterrarlos cuanto antes. En el islam aconsejan enterrar a los muertos lo antes posible.

El descontento también se ve en las redes sociales, muy utilizadas en Marruecos para criticar al Ejecutivo. Muy repetidas son las críticas al primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, y un magnate del petróleo dueño de la mayor cadena de gasolineras del país. «Podría donar carburante para los camiones y coches para llevar la ayuda», dice uno de los mensajes.

La Cruz Roja y de la Media Luna Roja Internacional (FICR) liberaron rápidamente 1,1 millones de dólares de su Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres para apoyar los esfuerzos de socorro de la Media Luna Roja Marroquí en el país. «Esperamos que esta liberación inicial de dinero marque una diferencia sobre el terreno», dijo en un comunicado recogido por la agencia AP el Hossam Elsharkawi, director regional de la Federación Internacional para Medio Oriente y Norte de África. «Se utilizará para comprar suministros esenciales localmente en Marruecos. La gente de la Media Luna Roja Marroquí es la que mejor conoce a sus comunidades y sabe mejor lo que se necesita».

Según Unicef, más de 10.000 niños se han visto afectados por el terremoto. Si bien la ONG aún no sabe el número exacto de niños muertos y heridos, las últimas estimaciones de 2022 indican que los niños representan casi un tercio de la población en Marruecos«, dijo la agencia en un comunicado.

Según estimaciones de la ONU, más de 300.000 personas se han visto afectadas en Marrakech y en las montañas del Alto Atlas tras el terremoto de magnitud 6,8.