Subirats evita hablar sobre el castellano en Cataluña porque es un tema que «ya está muy debatido»
El ministro de Universidades aboga por la reforma del delito de sedición. «Si su actualización nos ayuda a la desjudialización, bienvenido sea», aseguró
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Iniciar sesiónEl ministro de Universidades, Joan Subirats, ha evitado pronunciarse sobre la situación que atraviesa el castellano en las aulas catalanas. Cuando asumió como ministro, en su primer encuentro con los periodistas que tuvo lugar el pasado mes de enero, aseguró que «no existe ningún ... problema con el castellano en las universidades catalanas».
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Diez meses después, ABC le preguntó si ve la misma situación en las escuelas, pero el ministro evitó pronunciarse. «Sobre la situación de los colegios no me voy a meter porque está suficientemente debatido», respondió.
Lo hizo en el marco de un encuentro de Nueva Economía Fórum que tuvo lugar este lunes en el Palace de Madrid.
También se le consultó si el Gobierno pensaba hacer algo, ante la inacción de la Generalitat, respecto a los ataques que los jóvenes de la plataforma constitucionalista, S'ha Acabat!, están sufriendo en los campus catalanes. El último se produjo la primera semana de octubre en la Universidad Autónoma de Barcelona donde sufrieron un 'escrache' por parte de universitarios independentistas.
El ministro dijo que se trata de un «tema» que aparece de «cuando en cuando», y «no solo en Cataluña». «Siempre defendí que en los campus se deben poder exponer todas las ideas; la defensa del pluralismo es central, sin este la universidad no tiene sentido».
En cualquier caso, lanzó el balón a las universidades: «Tienen autonomía y cuentan con la ley de convivencia que también establece los mecanismos para garantizar que eso sea así».
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Subirats agregó que le preocupa que «se planteen discursos de odio en las universidades porque sería contradictorio cuando se habla de que estas son el faro que proyecta los valores de Europa hacia el mundo».
Por otro lado, el ministro ha abogado por reformar el delito de sedición. «Me consta que el delito de sedición no es coherente con cómo está planteado en otros países; si su actualización nos ayuda a la desjudialización, bienvenido sea». Estas declaraciones se hacen en el marco de la presión que impuso ERC al Gobierno respecto a la aprobación de los Presupuestos y su condición para el apoyo a los mismos basada en que se reforme el delito de sedición.
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