tribuna abierta
Día Internacional del Pueblo Gitano: logros y retos para enriquecer la diversidad española
El acceso al empleo ha dignificado, indudablemente, la vida de muchos hogares gitanos, y muchas empresas de nuestro país han roto ya la losa de los prejuicios y los estereotipos
Gitano y europeo, en ningún sitio como en España
Cuatro jóvenes gitanas, licenciadas universitarias
Un año más, el 8 de abril conmemoramos el Día Internacional del Pueblo Gitano, como celebración y reconocimiento de todos los gitanos y gitanas del mundo, así como de gratitud hacia todas las personas que nos acompañáis en nuestro camino hacia una igualdad real. ... En esta fecha, evocamos el primer Congreso Mundial Gitano, celebrado en Londres en 1971 y en el que se adoptaron como símbolos propios la bandera que representa el azul del cielo arriba, el verde de los campos abajo y, en medio, una rueda de carro que simboliza la libertad, y el himno Gelem. Reconozco que, al igual que nos pasa a muchos, siempre que escucho esta melodía se me encoge el estómago recordando la historia de persecución de mi pueblo.
Hoy es un día para recordar los avances conseguidos y perseverar en los grandes retos pendientes para esta minoría étnica en nuestro país. En los últimos 30 años, el pueblo gitano ha avanzado en materia de Igualdad de la mano de las políticas públicas de nuestro Estado del Bienestar, destacando la inserción laboral en el mercado por cuenta ajena.
El acceso al empleo ha dignificado, indudablemente, la vida de muchos hogares gitanos, y muchas empresas de nuestro país han roto ya la losa de los prejuicios y los estereotipos, al valorar la profesionalidad y capacitación de las personas gitanas. Además, quiero destacar la fuerza que hemos demostrado muchas mujeres gitanas para promover importantes avances y cambios positivos dentro de nuestras familias y en la sociedad, sin ocasionar rupturas, sino todo lo contrario: uniendo y avanzando.
En el ámbito legislativo, hemos vivido recientemente un hito histórico y me siento orgullosa de haber tenido la oportunidad de impulsarlo, en calidad de diputada especializada en derecho antidiscriminatorio: la inclusión del antigitanismo en el Código Penal. Una reforma que reconoce el rechazo específico y la discriminación que todavía sigue viviendo la comunidad gitana, dentro de la Ley Integral para la Igualdad de Trato y no Discriminación. Es preciso recordar que esta Ley tiene que ser ejecutada y que las víctimas de la discriminación deben contar con la Autoridad independiente para la Igualdad de Trato y no Discriminación, que el Gobierno no está poniendo en marcha.
Uno de los mayores riesgos de esta Ley es quedarse en un marco meramente declarativo, sin cumplir con su objetivo de proteger a las víctimas de discriminación e impulsar una sociedad respetuosa con la diferencia y comprometida con la Igualdad. A este respecto, los gitanos seguimos siendo una minoría étnica que vive altos índices de rechazo social, como vimos el año pasado en las reacciones antigitanas colectivas de Illora y Peal del Becerro, casos en los que las familias afectadas que han tenido que huir de sus casas no están obteniendo el respaldo firme de la Administración para rehacer sus vidas.
Otro de los avances que no se pueden pasar por alto es la aprobación en el Congreso de los Diputados del Informe por un Pacto contra el Antigitanismo y la Inclusión del Pueblo Gitano. Quisiera aprovechar estas líneas para agradecer sus propuestas a todos los comparecientes de la Subcomisión; es imprescindible, una vez más, que este Informe no se quede en un documento de 158 medidas declarativas. Debemos ejecutar todas y cada una de las prioridades para la promoción de la Igualdad de Trato y Oportunidades el Pueblo Gitano.
En primer lugar, la tasa de fracaso escolar del alumnado gitano es de más del 63%, frente al 13% de la media, siendo la segregación escolar una constante en sus vidas. Resulta evidente, por tanto, que, si no se impulsan medidas específicas para superar el fracaso escolar, estaremos condenando la vida de la nueva generación de gitanos y gitanas. La Administración debe asumir su responsabilidad a la hora de garantizar el derecho fundamental a la educación, y las entidades y las familias gitanas tenemos que trabajar al máximo para cambiar esta realidad.
Otra de las lacras de discriminación estructural que tenemos que combatir está relacionada con infravivienda y el chabolismo. Según el último estudio de la Fundación Secretariado Gitano, 24.000 personas viven en asentamientos de chabolismo e infravivienda en nuestro país. De ellas, el 72% son gitanos y gitanas, siendo preocupante que el 50% de los mismos son menores de 16 años. Lo único que pueda encontrar un menor en estas condiciones son barreras y desventaja social a la hora de construirse un futuro. Cuando hablamos de la garantía del derecho a la vivienda, reconocido en el artículo 47 de nuestra Constitución, deberíamos reflexionar si, con los datos que hemos visto, nuestro país está dando la talla. Finalmente, no me gustaría pasar por alto otro pilar social, el del empleo, ya que la tasa de desempleo de la comunidad gitana es del 52%, con una mayor incidencia en las mujeres (el 60% de las mujeres gitanas están en paro) y los jóvenes (el 58% de la personas gitanas menores de 30 años está en paro). Por ello, las políticas públicas de empleo deben seguir abordando de manera concreta la inserción laboral de esta minoría.
Los pilares esenciales para la vida de cualquier persona deberían ser una vivienda digna, una educación de calidad y un empleo. Esto es lo que quiero para mi pueblo: avance social, con especial hincapié en las mujeres y los niños, acabar con el rechazo social que tanto dolor nos causa a los gitanos e impulsar el reconocimiento de nuestra historia y cultura. Es necesario que los materiales educativos se aproximen al pueblo gitano, a su dura historia y a sus valores de esperanza, como la unión familiar, el respeto a los mayores, nuestra alegría de vivir, la solidaridad, el culto a los difuntos, una lengua, el romaní, que intentaron que perdiéramos en nuestro país y que tanto ha influido en nuestro castellano... Queremos compartir nuestra identidad con el resto de la sociedad, queremos contribuir a mejorar nuestro país -que es diverso-, y que ello suponga el avance en igualdad real de todas las personas.
Sara Giménez es diputada en el Congreso por Cs y presidenta de la Fundación Secretariado Gitano.