Sanidad investiga ochenta webs por la venta ilegal de medicamentos
En 2009, la Agencia Española de Medicamentos retiró 38 fármacos
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MADRID
El secreto para luchar contra la obesidad, el tabaquismo o la disfunción eréctil se encuentra en la red o, al menos, así lo deben pensar aquellos que han convertido a internet en su nuevo dispensador farmacéutico. El problema... ni leen la letra pequeña, ... ni conocen la autenticidad de un producto que puede ocasionarles incluso la muerte. Después de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, haya hecho pública su última Memoria de Actividades, hoy sabemos que solo en 2009 tuvo que abrir 81 procedimientos de cesación de páginas web por venta ilegal de medicamentos.
Y es que tanto la legislación española como la europea son claras en esta materia. Ambas califican de ilegal la venta de fármacos a través de internet que precisen de receta médica. Y no solo eso, para aquellos que no la requieran, el cibercomprador tendrá que recoger el producto en farmacias y bajo la presencia y consejo del farmacéutico, según recuerda el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Medidas férreas ante situaciones extremas, el 60% de los fármacos adquiridos por la red son falsos y no cumplen los requisitos de calidad necesarios. Todo un negocio que, dentro y fuera del ciberespacio, representa al 1% del mercado total. Además, en el 95% de los casos, estas farmacias online operan sin un farmacéutico que las avale.
Más remedios falsos
La Memoria de Actividades de la AEMPS, a la que tuvo acceso Ep, confirma además la tendencia al alza de actuaciones sobre medicamentos ilegales y falsificados. Durante el último año, recibió 1.052 y 1.153 muestras por parte de los Juzgados y Cuerpos de Seguridad del Estado, respectivamente. Por problemas en la calidad del medicamento, se investigaron 191 productos y se retiraron 38, tres más que en 2008. De ellos y de acuerdo con la clasificación que corresponde al defecto de calidad, 14 fueron de clase 1 (mayor riesgo para los consumidores), 23 de clase 2 y tan solo uno de clase 3.
Este organismo también aumentó notablemente el número de informes emitidos sobre los riesgos que para la salud conlleva el consumo de este tipo de productos ilegales. En 2009, realizó 403 informes técnicos, casi el doble que en 2008.
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