Rescatadas dos alpinistas tras pasar tres días desaparecidas en el Himalaya: «Estábamos perdiendo la fe»

«Vi la bolsa caer montaña abajo y supe de inmediato las consecuencias de lo que estaba por venir. No nos quedaba nada de nuestro equipo de seguridad. Ni tienda de campaña. Ni estufa para derretir la nieve y obtener agua. Ni ropa de abrigo para la noche. Sólo nuestros piolets y crampones para regresar al campamento base», ha explicado la alpinista británica a la prensa local.

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Manners y Dvorak pudieron avisar a los equipos de emergencia, por lo que se inició una operación de búsqueda y rescate que duró varios días debido al mal tiempo y la dificultad de acceder hasta la pareja.

El rescate fue agónico para las escaladoras, que tuvieron que desplazarse para sobrevivir. Al principio las mujeres se refugiaron en una cornisa y compartieron el único saco de dormir que tenían. «Me sentí hipotérmica, temblaba constantemente y con la falta de comida mi cuerpo se estaba quedando sin energía para mantenerse caliente», dijo Manners.

Ya por la mañana, un helicóptero fue a buscarlas, pero no las pudo localizar, lo que significaba que tendrían que esperar otras 24 horas en la montaña para el rescate.

«Intentaron rescatarnos, pero las condiciones eran brutales para que la compañía pudiera operar: mal tiempo, niebla, gran altitud y no pudieron encontrarnos porque la pared era muy grande», explicó a la BBC y The Telegraph.

Las alpinistras consiguieron descender en rápel por la pared de la montaña y consiguieron agua, con lo que sobrevivieron hasta el día siguiente. No obstante, el helicóptero de rescate volvió a lazona pero no las vio. «Estábamos destrozadas. Sabíamos que teníamos que intentar bajar nosotros mismos porque el helicóptero no nos iba a ayudar», señaló.

En su segundo descenso por fin se encontraron con un equipo de escaladores franceses que participaban en el equipo de rescate. «Lloré de alivio sabiendo que podríamos sobrevivir», explicó.

Asegura Manners que atravesar el escarpado glaciar «habría sido imposible sin nuestro equipo de crampones y piolets. Habríamos muerto congeladas o habríamos intentado cruzar los escarpados glaciares sin el equipo adecuado y nos habríamos resbalado con todo riesgo», indicó.