tierras áridas
«No se puede alicatar todo de árboles contra la desertificación, son una bomba de extracción de agua»
El investigador Jaime M. Valderrama aboga por aplicar la 'neutralidad de degradación de tierras'
Semillas de innovación para hacer frente al desierto que viene
El investigador Jaime MN. Valderrama, en la sede del CSIC en Madrid
El empeño del ingeniero agrónomo Jaime Martínez Valderrama es crear un nuevo tipo de mapa, y es uno complicado. «Tengo muchas opciones de estrellarme», reconoce. Se trata de un atlas sobre la desertificación en España, es decir, sobre la pérdida de ... productividad del terreno, que avanza cada año. «Es un tema árido», bromea. Su intención es publicar una cifra al final de 2025 pero, mientras, el investigador, que vive en Almería y trabaja en la Universidad de Alicante, ha presentado el libro 'Desertificación, cuando el territorio hace aguas' junto con el Foro de la Economía del Agua.
-Explica que «la desertificación no tiene que ver con los desiertos ni con su expansión». ¿Con qué tiene que ver?
-Con que utilizas el territorio por encima de sus posibilidades y se degrada. Llega a tener una productividad parecida a la de un desierto. Pero no es que el desierto venga para acá.
-¿Cómo estamos en España?
-No hay datos muy actuales por la dificultad de medir de la desertificación. Es pérdida de productividad, y eso son muchas cosas. Ahora Naciones Unidas tiene tres cosas para medirlo: el carbón orgánico del suelo, la productividad primaria y la tasa de cambio uso del suelo. Y con esos tres indicadores forma uno que es el estado de desertificación. Nosotros estamos haciendo ese ejercicio para España, pero no tenemos los números todavía. El dato vigente, de 2008, es que el 20% del territorio está desertificado, pero eso solamente contempla la pérdida de productividad primaria. No contempla otras cosas como el deterioro de los acuíferos.
-¿Y entonces el cálculo real cree que va a salir más o menos?
-Yo creo que va a salir más.
-¿Cómo afecta a la desertificación la expansión de regadíos como en zonas del sureste peninsular?
-Afecta utilizando más agua de la que regenera ese territorio.
-Pero, ¿si ese agua viene de fuera?
-Ese agua viene de los acuíferos y se está sacando a un ritmo que no se puede reponer. El agua que viene del trasvase es ridícula en comparación con toda el agua que se utiliza.
-¿Entonces qué soluciones hay para los agricultores?
-El regadío es fundamental y lo ha sido siempre en la historia de España. Es necesario que haya regadío, para empezar porque utiliza cinco veces menos superficie que el secano. Si dijéramos «no hay regadío, todo en secano», ocuparía mucho más territorio y habría probablemente más degradación: en vez de degradar recursos hídricos, degradaríamos suelo. Necesitamos regadío, necesitamos agua y necesitamos dimensionar la superficie del regadío y que al agricultor le merezca la pena cultivar. Y eso tiene un límite. ¿Y qué habría que hacer exactamente? Que las administraciones se pongan de acuerdo para empezar. Pero ni la solución pasa por quitar todo el regadío, ni por ampliar todo el regadío.
-¿Qué es la 'neutralidad de degradación de las tierras'?
-Es el paradigma más importante de la Convención Marco de Naciones Unidas contra la desertificación. La aprueba en el 2015-2016. Reconoce que vamos a degradar (necesitamos regadíos, necesitamos producir alimento, energía…), pero hay que compensar esa degradación, de tal modo que se neutraliza. Y que no pasemos de la degradación que había en 2015, ese es el tope. Dices: «Yo voy a poner en regadío esta parte de aquí». Pero recuperas metros de otro acuífero. Las compensaciones se hacen a escala de territorio más local-regional. No vale que digas que estás plantando árboles en Costa Rica.
-¿España cómo estaría en esa neutralidad?
-Casi todos los países se han tomado esto a chiste, porque no es obligatorio.
-¿Qué ideas 'zombis' hay sobre desertificación que arrastramos en política pero en ciencia se saben falsas?
-Sobre todo, seguimos con la idea zombi de tener un modelo de oferta de agua. Es decir, si hace falta agua, te doy más agua. Primero fueron los embalses y España es el cuarto país del mundo con más embalses por persona. Los embalses iban a resolver el problema y no resolvieron. Siguiente paso, trasvases. No han resuelto el problema. Aguas subterráneas, tampoco funcionaron. Ya estamos en la siguiente panacea, que sigue esa idea zombi de oferta de agua, que son las desaladoras, pero tienen muchos problemas. Cuesta mucha pasta, genera mucha emisión de CO2, salmuera. Y el agua desalada no sirve para regar, tienes que mezclarla con agua mala y no todo el mundo tiene la posibilidad de tener agua mala. ¿Cuál es la idea innovadora que propone la Directiva Marco del Agua en el año 2000? Gestión de la demanda. Vamos a ver cuánta agua necesitamos de verdad, qué estamos produciendo, para qué producimos esto. Estamos produciendo un montón de cereales para dárselos de comer a los animales para que produzcan carne: vamos a producir la proteína directamente, en vez de a través de un circuito tan enrevesado. Eso es gestión de la demanda. No seguir abriendo la brecha de agua.
-Reforestaciones para evitar la desertificación, ¿sí o no?
-No hay ni sí, ni no. Reforestación sí, pero no puedes alicatar todo de árboles. Primero porque tendrás que dejar un espacio para la agricultura. Segundo, porque cuando tú metes un árbol es una bomba de extracción de agua. Si metes muchos, y ha pasado, ha habido sierras que se han reforestado y han agotado manantiales, como en Sierra Espuña, en Murcia. Y luego otra cuestión es ver con qué especies reforestas. Porque en las zonas áridas no hay bosque. Hay zonas abiertas, vegetación de tipo sabana, más arbustiva… quizá hay que reforestar con eso, no con árboles.
MÁS INFORMACIÓN
-¿Una vez que se ha desertificado un terreno se puede recuperar?
-No, y ese es el problema. No, a escala humana. Si hablamos a escala de millones de años, pues sí se puede recuperar. Territorio que degradadas, territorio que es muy difícil que le vuelvas a ver en su estado natural.