El primer párroco expulsado del sacerdocio por pederastia, acusado por abusos sexuales
Pere Barceló acaba de salir de prisión tras cumplir una condena de seis años por violar a una niña a finales de los años 90
La Iglesia portuguesa cree que al menos 4.815 menores fueron víctimas de abusos desde 1950
Pere Barceló Rigo, el primer religioso expulsado del sacerdocio en la Iglesia de España por un caso de pederastia, se enfrenta a un nuevo proceso judicial por abusar presuntamente de otra menor cuando dirigía la parroquia de Can Picafort. El cura llegó en 1996 a este municipio costero del norte de Mallorca tras ejercer como misionero en África. Al año siguiente fue denunciado por un catequista tras ser sorprendido mientras abusaba de una menor de diez años.
La niña lo negó ante las coacciones del cura y no fue hasta 2013 cuando reconoció la situación y se reactivó el proceso judicial. En 2016, el expárroco fue condenado a seis años de prisión y expulsado de la Iglesia. Hace sólo unos meses que salió de la cárcel de Segovia tras cumplir la condena íntegra. Ahora, con 70 años, niega esta nueva denuncia.
La presunta víctima, que ahora es mayor de edad, revela que los presuntos abusos se produjeron entre los años 2008 y 2010, cuando ella tenía entre siete y nueve años. Según detalla, durante dos años el cura la sentaba sobre sus rodillas y la sometía a tocamientos. Los abusos cesaron cuando tomó la comunión y dejó de acudir a la iglesia. Un relato similar al que narró la primera víctima.
Los informes del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) consideran creíble y verosímil la denuncia de esta joven, presentada en 2018 cuando el exsacerdote llevaba dos años cumpliendo condena. Barceló prestó declaración ante la juez por videoconferencia desde la cárcel y negó todas las acusaciones.
Indicios suficientes
Tras cuatro años de investigaciones, la magistrada del Juzgado de Instrucción número uno de Inca ve indicios suficientes para procesar al exrector y ha dictado un auto de procesamiento por un presunto caso de abusos sexuales, según avanza el periódico local Diario de Mallorca. La causa está a la espera de que se cierre el sumario y se remita a la Audiencia Provincial de Palma, que será el órgano encargado de enjuiciar el asunto.
Investigación de la Iglesia
Barceló fue el primer presbítero expulsado del sacerdocio en 2013 por un caso de pederastia. La Iglesia abrió su propia investigación y recabó otros casos similares que no llegaron a denunciarlo. El Tribunal Eclesiástico de Mallorca lo expulsó al considerar probado que abusó de varias menores en la Rectoría de Can Picafort y en una casa particular del sacerdote a finales de los años 90. Fue la primera sentencia canónica en España que acabó con el estado clerical de un sacerdote, a raíz de la orden del Papa Benedicto XVI de que se aclarara «cualquier indicio» de pederastia.
La víctima negó dichos abusos en 1998 -cuando tenía 11 años- porque se sintió coaccionada y amenazada por el párroco. En noviembre del 2012, cuando ya era adulta, acudió a la Guardia Civil para contar los abusos, tal y como reconoció, tras ver en TV3 el documental 'Els Monstres de casa meva' (Los monstruos de mi casa), sobre pederastia.
Barceló fue enjuiciado y se sentó sonriente en el banquillo en 2016. Reconoció ante el tribunal todos los abusos sexuales y violaciones bucales y vaginales a la niña, producidas entre 1997 y todo 1998. Según la sentencia, el sacerdote se valió de la violencia para vencer la débil resistencia de la niña y silenciar sus llantos y quejidos de dolor durante las violaciones.
MÁS INFORMACIÓN
La Fiscalía solicitó inicialmente una condena de 42 años para Barceló, que finalmente fue condenado a seis años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual con los atenuantes de confesión y reparación del daño. La niña, que recibió tratamiento psicológico, fue indemnizada con 30.000 euros por el Obispado.
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