Guterres pide acelerar la lucha climática: «La humanidad ha abierto las puertas del infierno»

Un reciente informe de Naciones Unidas reveló que los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación frente a los estragos del nuevo clima y el dinero destinado a la transformación de la economía se quedan cortos frente al compromiso global de mantener a raya los efectos del calentamiento global. Una promesa que hicieron casi 200 países en 2015, al firmar el Acuerdo de París, y que para cumplirse necesita «más esfuerzos en todos los frentes», según el informe.

Por eso, las negociaciones de este miércoles en Nueva York abordan todos esos frentes, con un añadido: hay que recuperar la confianza en que existe un compromiso internacional. Guterres quiere que los países, pero también las empresas, entidades y la sociedad civil, demuestren que están dispuestos a acelerar el ritmo: la ONU entiende ya que la lucha contra el cambio climático no es solo cosa de los países.

«El paso de los combustibles fósiles a las energías renovables se está produciendo, pero llevamos décadas de retraso», ha dicho el secretario general. «Debemos recuperar el tiempo perdido por los retrasos, las presiones y la codicia manifiesta de intereses arraigados que recaudan miles de millones de dólares de los combustibles fósiles«.

En esta cumbre, Naciones Unidas quiere ver medidas concretas y tangibles: de hecho, Guterres solo deja intervenir en la sesión de apertura a los líderes que aporten acciones nuevas y significativas. La lista de invitados para hablar se ha guardado en secreto hasta el final. Más de 100 países habían solicitado un hueco para hablar, pero el equipo de la ONU descartó solicitudes en los últimos días, según Reuters.

Finalmente, han quedado excluidos de los discursos de la sesión de apertura países como China, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos, entre otros. Quizá por eso, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden ha decidido no asistir a la cumbre y ha delegado la representación en el enviado especial para el Clima, John Kerry. En la lista final sí que figura la Unión Europea (y España, por separado), Brasil, Canadá, Pakistán, Sudáfrica y Tuvalu, entre otros. También se ha incluido a empresas como Allianz, a la ciudad de Londres o al estado de California.

Para hacerse una idea de la magnitud del reto hay que tener en cuenta que el planeta se encuentra ya a 1,2 grados de calentamiento sobre la época preindustrial, por lo que limitarlo a 1,5 grados requiere un recorte inmediato de emisiones del 43 por ciento para 2030. De no hacerlo, este objetivo ya será inalcanzable. Para limitar el calentamiento a 2 grados, la caída en las emisiones debería ser del 21% en 2030.

«Si nada cambia, nos dirigimos hacia un aumento de la temperatura de 2,8 grados, hacia un mundo peligroso e inestable«, ha dicho Guterres. Y «el calor horrendo está teniendo efectos horrendos». Agricultores con inmensas pérdidas por inundaciones; en países que ven un aumento de enfermedades o en personas «huyendo aterrorizadas» de los incendios, ha enumerado.

El trabajo y anuncios que se hagan en esta cumbre servirán para facilitar la próxima Cumbre del Clima, la COP28 que se celebrará en Dubái, a finales de año. «El futuro de la humanidad está en nuestras manos. Una cumbre no va a cambiar nada, pero sí puede generar una dinámica», ha dicho Guterres en su intervención.