Oleksandra Matviichuk: «El pueblo ucraniano decidió luchar por su integridad democrática y humana»

En esta ocasión la visión compartida por Matviichuk se centró en el dolor humano de quienes están envueltos por el ataque. «La vida que teníamos se derrumbó en un segundo. Vivimos en una incertidumbre absoluta. No se puede planificar ni siquiera una cena con amigos», afirmó Matviichuk, directora del Centro para las Libertades Civiles de Ucrania y dedicada por completo a documentar de primera mano las atrocidades cometidas por los invasores, como cuando una mujer le contó cómo le habían «arrancado los ojos». «Tenemos miedo. No hay manera de ocultarse de los rusos».

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Desde Kiev, advertía sin embargo que esta guerra no comenzó hace unos meses. «Empezó en 2014, después de la Revolución por la Dignidad, cuando protestamos contra los gobiernos corruptos y por la transición democrática. Entonces nadie prestó atención pero ahora sí, porque los rusos han expandido su invasión». Y en un valiente alegato, añadió: «El pueblo ucraniano decidió luchar por su integridad democrática y humana».

Antes de la Nobel, la apertura de la sesión correspondió al ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, que reconoció que había impuesto cuotas para aspirar a subvenciones en áreas creativas como el cine. «No queremos esperar 100 años para la igualdad», mantuvo desde el estrado del centro El Beatriz, de Madrid. «He asistido a la gran eclosión de las cineastas. En los festivales internacionales ganan de calle. La ola femenina en el cine es imparable. Sí, condicionamos la ayuda a la presencia de ellas. ¿Por qué? Porque queremos ganar. Hemos puesto cuotas y me encantará quitarlas porque ya no hagan falta». Y finalizaba: «Hay una realidad evidente: una sociedad que no aprovecha el talento del 50% de los que la integran está perdiendo el tiempo. Son las mujeres las que están abriendo camino. Los demás podemos acompañar o entorpecer. Yo prefiero acompañar».

Entre ambos, Matviichuk e Iceta, habló Carol Tatcher, hija y biógrafa de Margaret Tatcher, exprimera ministra de Reino Unido. En su intervención recordó el papel de su madre, que tenía formación científica y fue la primera mujer en tener una posición relevante en la Cámara, para luego tener plena gobernanza sobre esa nación. «Mi madre nunca se rindió y consiguió que el éxito de las mujeres fuera algo normal en los setenta y ochenta. Pero las manifestaciones con ruido y pancartas no eran su estilo», dijo, para finalizar que ella no está tentada a seguir sus pasos en la política.