Así son los nuevos décimos que la Lotería de Navidad estrena este año

Este nuevo décimo, similar a los boletos de apuestas para otros sorteos con la Primitiva, la Bonoloto o la Quiniela, se puede adquirir en las Administraciones de Lotería, pero también en cualquier punto de venta autorizado (quioscos, bares o establecimientos con máquinas expendedoras).

El coste de este innovador formato es el mismo que el de los décimos de toda la vida: 20 euros. Y los compradores pueden elegir la terminación de su número , aunque en la mayoría de los casos no el número completo, debido a que la mayor parte de ellos solo se han puesto a la venta en las administraciones de lotería.

Solo el 2% de los números para Navidad se comercializarán este año en formato «ticket». En total, unos dos millones de décimos frente a los 163 millones que se venderán por la vía tradicional. Por esta razón, en las terminales de tickets no es sencillo encontrar un número concreto. Los más llamativos y los más buscados ya se han adquirido en la tradicional ventanilla.

Este nuevo boleto ha llegado con mucha polémica: desde que se comenzó a usar para los sorteos de la Lotería Nacional, a mediados de este año, fue ampliamente criticado por las asociaciones de loteros, que han llevado la venta por terminal a los tribunales, en un proceso judicial que todavía sigue en curso. Ahora, el lanzamiento de la venta para la Lotería de Navidad reaviva las protestas.

«El nuevo ticket solo está ayudando a crear malestar en nuestros clientes», explica Manuel Izquierdo, presidente de Anapal y de la Mesa de Asociaciones, que agrupa a las principales organizaciones de loteros. «Como la mayoría de décimos no está a la venta, el ciudadano llega con una lista de números para comprar y al final se va sin ninguno porque están reservados en otras administraciones», dice.

Los loteros creen firmemente que este nuevo sistema no ayudará a elevar las ventas y -lo que es peor, a su juicio- perjudicará a la imagen del sorteo de la Lotería de Navidad y al fetichismo del formato del décimo tradicional. «Calculamos que las ventas de este año bajarán un 2% con respecto a 2009», indica Izquierdo. «La venta es la que es y no se va a incrementar con las terminales» explica este vendedor con 24 años de experiencia despachando billetes.

Izquierdo considera que los clientes que compran sus décimos en el nuevo formato son minoritarios (el 1% para el sorteo de este año, calculan desde la Mesa de Administraciones) y adquirirían la misma cantidad de lotería si no existiera la posibilidad del ticket.

Por estas razones, Izquierdo considera que el décimo de navidad tradicional no corre peligro de ser sustituido por el ticket: «Hace años se habló de ello, pero creo que el Gobierno ha desistido y ve el ticket como un complemento al décimo». No obstante, sí que alerta sobre las intenciones del Ejecutivo de eliminar el décimo para los sorteos de los jueves y los sábados de la Lotería Nacional. «Sería un grave error», apostilla.