Mutaciones marinas: descubren un delfín con 'pulgares' en una bahía de Grecia

Nada más salir del puerto, el equipo localiza el primer grupo de delfines y comienza con la recogida de datos. Es la segunda semana de la campaña del estudio y todos están ansiosos por encontrar al único ejemplar de calderón gris que habita en el golfo. En el año 1997, dos ejemplares de calderón gris fueron visualizados por primera vez por el equipo de «Pélagos». Sin embargo, en 2004 uno de ellos falleció, mientras que el otro no había vuelto a ser visto desde 2005. A mediodía, Aléxandros Frantzis, investigador jefe de la expedición comienza a gritar como un loco.

Nadie dentro del barco entiende lo que sucede, sobre todo los dos voluntarios extranjeros que han llegado desde Alemania y China. «El calderón gris», vocea Frantziz, «Es él, ahí está nadando con el resto de la colonia». Todos los miembros del grupo de investigadores se abrazan y comienzan a vitorear: el delfín más apreciado por el equipo sigue con vida 26 años después de su primera visualización.

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El golfo de Corinto, un pequeño paraíso aislado en el Egeo, «un Mediterráneo en miniatura», como lo denominan los biólogos marinos que investigan en la zona, es una bahía cerrada que va desde Corinto hasta la ciudad de Patras. Sus cristalinas aguas, que llegan a superar los 930 metros de profundidad, y la riqueza de su ecosistema lo han convertido en el hogar permanente de cuatro especies de delfines: el común, el listado, el mular y el calderón gris.

Bajo el nombre de «Delfines del Golfo de Corinto», arrancó en 1995 una investigación que tenía por objetivo registrar y estudiar a las poblaciones mixtas de delfines de la zona marina entre el Peloponeso y la Grecia continental. Desde entonces, se han venido realizando expediciones anuales que han sacado a la luz interesantísimos datos relacionados con la interactuación de las tres de las cuatro especies de delfines más comunes en el Mediterráneo oriental, el delfín común, el listado y el Calderón gris.

Durante casi tres décadas, los investigadores del instituto «Pélagos» han podido documentar que en las aguas del golfo de Corinto los delfines presentan tres singularidades hasta ahora no vistas en ningún grupo de cetáceos del mundo. En primer lugar, es en la única región del planeta donde se han observado poblaciones de delfines listados en una bahía cerrada, especie que suele habitar en áreas profundas y alejadas de la costa pero que, sin embargo, es la especie más abundante en el golfo de Corinto, con más de 1.000 ejemplares.

En segundo lugar, las distintas especies de delfines documentadas en el golfo, constituyen las únicas manadas mixtas como fenómeno permanente. «Hay casos de delfines de distintas especies que se juntan por algunas horas, pero solo aquí se han documentado colonias en las que conviven de forma permanente delfines de especies diferentes», explica a ABC Frantzis. En condiciones normales, los ejemplares de las tres especies viven en distintas profundidades, tienen distintas formas de comunicarse y se alimentan de fauna diferente. «No obstante, en el golfo conviven juntos, en la misma profundidad, se alimentan de calamares y hablan el mismo idioma», aclara Frantzis.

«La distancia genética entre las tres especies es similar a la que hay entre los humanos, los gorilas y los chimpancés. ¿Os imagináis que en una misma ciudad convivieran en armonía humanos, gorilas y chimpancés? ¡Es absolutamente maravilloso!, añade el investigador. Por último, la tercera particularidad de los delfines del golfo de Corinto, y la que más llama la atención a la comunidad científica, es el mestizaje entre especies, donde se han podido documentar especímenes híbridos de delfín común y listado, fenómeno único en el mundo.

Con frecuencia las comunidades mixtas de delfines del golfo de Corinto se aparean entre sí, dando a luz delfines híbridos como el ejemplar identificado durante la última expedición del equipo de investigadores. Se trata de un delfín con «pulgares» en las aletas, único ejemplar en el mundo con estas características. Además, durante la misma campaña, los expertos consiguieron visualizar una hembra de delfín común amamantando a una cría de delfín listado, fenómeno extremadamente extraño.

A pesar de la riqueza del ecosistema de las aguas del golfo de Corinto, aún no se han implantado medidas de protección para las especies que habitan en la zona y que están amenazadas por las actividades humanas como la pesca excesiva, el turismo de masas y la contaminación marina. Son tres los fenómenos únicos en el mundo que convergen en este pequeño rincón del Mediterráneo, tesoros que merecen ser protegidos por las instituciones griegas e europeas.