Ni la muerte los separó. Pepe y Cándida se casaron en 1970 en Asturias, donde han pasado toda su vida. 52 años después, el matrimonio falleció el pasado domingo casi a la vez, con apenas 45 minutos de diferencia. Ella, en una residencia, ... donde ingresó a primeros de mes por su deterioro cognitivo; él, en el hospital, al que fue trasladado el fin de semana por complicaciones de salud.
Ambos eran octogenarios y no tenían descendencia y, fruto de la casualidad y tras una vida entera juntos, se marcharon a la vez.
Nacieron a solo 18 kilómetros de distancia. Él era mecánico y ella ama de casa. Tras casarse en la Iglesia de San Esteban de Sograndio se instalaron en el barrio ovetense de Teatinos, donde pasaron toda su vida y se ganaron el cariño de sus vecinos.
La pareja no acostumbraba a hacer viajes por lo que era habitual verles por el pueblo paseando en su coche con Pepe de conductor y Cándida acompañándolo.
Cándida fue la primera en morir, a las 11.30 horas de la mañana a los 89 años. 45 minutos después, lo hizo Pepe a los 86 años en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). «Cuando llamamos para comunicar la muerte, lo primero que nos preguntaron era si había sido un accidente, pero en realidad fue una curiosa y hasta romántica casualidad», ha explicado su sobrina.
La misma parroquia que le vio darse el sí quiero es la que ha despedido al matrimonio entre el cariño de sus más allegados.
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