El Gobierno permitirá que los productos ecológicos se vendan en envases de plástico

Sin embargo, en un aparente ejercicio de contradicción, la norma señala, entre las excepciones, a los productos provenientes de «agricultura ecológica», que podrán seguir presentándose en las bandejas de plástico o poliespán. Una excepción a la que se suman los lotes de 1'5 kilogramos o más, las frutas y hortalizas de una «variedad protegida o registrada» y aquellas cuya venta a granel pueda suponer «un riesgo de deterioro o merma».

Para fomentar la reducción de envases, el Real Decreto también obliga a «los comercios minoristas de alimentación cuya superficie sea igual o mayor a 400 metros cuadrados» a que destinen «al menos el 20% de su área de ventas a la oferta de productos presentados sin embalaje primario, incluida la venta a granel o mediante envases reutilizables».

No es la única parte de la norma que obligará a los comerciantes a asumir un mayor gasto en aras de alcanzar «la implantación de la economía circular y alcanzar los nuevos objetivos de reciclado de envases para 2025 y 2030». De hecho, a partir de ahora los productores deberán asumir el coste total de la gestión de sus residuos, incluidos los que los consumidores finales abandonen en la naturaleza.

Así, en lo referente a la «Responsabilidad ampliada del productor», la norma establece que deben financiar «además de los costes de gestión de los envases recogidos separadamente, los costes derivados de los residuos de envases recuperados de la fracción resto, de la fracción inorgánica de los sistemas húmedo-seco y de la limpieza de vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas y playas».

Entre las medidas para fomentar el uso de envases reutilizables, el Gobierno también permitirá que los consumidores acudan con sus propios recipientes a los comercios minoristas que vendan a granel alimentos y bebidas. Los propios consumidores «serán los responsables de su acondicionamiento y limpieza» de los recipientes, que podrán ser «rechazados por el comerciante si están manifiestamente sucios o no son adecuados».

Una medida que pretende que los comerciantes queden «exentos de los problemas de seguridad alimentaria que se pudieran derivar de la utilización de los recipientes aportados por los consumidores», pero que generará polémicas a pie de calle, al hacer recaer la total responsabilidad sobre el comerciante.

Así, se verá obligado a perder una venta, si el recipiente no cumple con las condiciones sanitarias o asumir la responsabilidad de un posible problema de seguridad alimentaria, si no juzga correctamente sobre la limpieza o adecuación .

La norma también fomenta el uso de materiales obtenidos a partir de envases reciclados, excepto en el caso de las botellas de plástico de un solo uso, en que será obligatorio.