Un estudio afirma que la productividad laboral se reduce considerablemente por encima de los 20°C
La OMS y la OMM alertan de que el exceso de temperatura provoca ya 22,85 millones de lesiones laborales cada año en el mundo
La tercera ola de calor más larga de la historia deja 1.149 muertes
Trabajador en Córdoba en plena ola de calor
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicaron hoy, en Ginebra, un nuevo informe conjunto que advierte sobre el creciente impacto del estrés térmico laboral, tanto en el interior como en el exterior, en un contexto de cambio climático ... y aumento de aumento de las temperaturas
Titulado « Cambio climático y estrés térmico en el lugar de trabajo », el documento ofrece una guía global para afrontar los problemas de salud derivados del calor extremo, cuya frecuencia e intensidad aumentan con el cambio climático. Los sectores más afectados son la agricultura, la construcción y la pesca.
El informe concluye que la productividad laboral cae entre un 2 % y un 3 % por cada grado por encima de los 20 °C. Los riesgos para la salud incluyen insolación, deshidratación, disfunción renal y trastornos neurológicos. Las consecuencias sociales y económicas son graves: se calcula que la mitad de la población mundial ya sufre los efectos del calor.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las olas de calor incrementan en un 17 % el riesgo de accidentes laborales y podrían causar hasta 26,2 millones de casos de insuficiencia renal crónica vinculados al estrés térmico en el trabajo. Además, este organismo estima que el calor excesivo provoca 22,85 millones de lesiones laborales al año en el mundo.
«El estrés térmico ya está afectando la salud y los medios de vida de miles de millones de trabajadores, especialmente en las comunidades más vulnerables», señaló el Dr. Jeremy Farrar, subdirector general de la OMS. «Esta nueva guía ofrece soluciones prácticas, basadas en la evidencia, para salvar vidas».
De acuerdo con la OMM, 2024 fue el año más caluroso jamás registrado, con temperaturas superiores a 40 °C e incluso 50 °C en algunas regiones. Ko Barrett, secretaria general adjunta de esta agencia, advirtió: «Proteger a los trabajadores del calor extremo no es solo un imperativo de salud, sino también una necesidad económica».
«Proteger a los trabajadores del calor extremo no es solo un imperativo de salud, sino también una necesidad económica»
Ko Barrett
Secretaria adjunta de la OMM
La OMS y la OMM recomiendan implementar planes de acción sectoriales y regionales, elaborados en colaboración con empleadores, sindicatos y expertos en salud, con especial atención a trabajadores mayores, personas con enfermedades crónicas y quienes tienen menor resistencia física.
En España, algunos expertos destacan que el país carece de sistemas adecuados para monitorizar el impacto del calor en la salud laboral, lo que dificulta evaluar la eficacia de las medidas preventivas. El sistema MoMo sirve para estimar la mortalidad en la población general, pero no refleja el impacto en trabajadores.
Según Fernando G. Benavides, catedrático de Salud Pública de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, «este informe técnico subraya la necesidad urgente de adoptar medidas preventivas factibles y dirigidas específicamente a proteger a las personas que trabajan del estrés térmico».
«Los grupos más vulnerables son quienes desempeñan actividades al aire libre, como en la agricultura, la construcción, el mantenimiento de jardines o la limpieza viaria. Aunque el informe reconoce que no plantea medidas de adaptación, sí enfatiza la urgencia de diseñar planes de acción adaptados a cada sector y región », precisó.
Si bien el documento pone énfasis en la mitigación, los especialistas señalan que otorga demasiado peso a la responsabilidad individual y a soluciones tecnológicas, relegando a un segundo plano las medidas organizativas y normativas colectivas, que deberían ser obligatorias por ley y supervisadas mediante inspecciones laborales.
Por su parte, Sergio Salas, doctor en Salud Pública de la Universidad Autónoma de Barcelona, apuntó que el informe «pone de relieve la vulnerabilidad de trabajadores inmigrantes no aclimatados, generalmente más expuestos que la población local, y no aborda de forma suficiente otros ejes de desigualdad como la clase social y ocupacional», agregó.
Este nuevo informe sobre estrés térmico laboral y cambio climático reviste especial importancia por marcar la entrada más activa de la OMS en este ámbito, en coordinación con la OIT y la OMM, planteando una hoja de ruta internacional para proteger la salud de los trabajadores en un mundo cada vez más afectado por el calentamiento global.
Un informe exhaustivo que, a pesar de su carácter global, las medidas preventivas y de adaptación que propone tienen validez para el Reino de España, uno de los países europeos más afectados por el cambio climático y donde cada año se registran varios accidentes de trabajo fatales causados por las carencias de la actividad preventiva contra las altas temperaturas.
Su principal carencia es la de no reflejar el papel de las relaciones laborales ni la capacidad limitada de las autoridades públicas para hacer cumplir la normativa. Tampoco analiza los obstáculos a la hora de implantar medidas preventivas y de protección frente al calor realmente eficaces, explicó Salas.
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